Buenos Aires, 7 Ene.- La relación diplomática entre Argentina y Venezuela se tensó aún más este martes, luego de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusara al gobierno argentino, liderado por Javier Milei, de estar involucrado en “planes violentos” contra su país y de vincular a un policía argentino con un presunto intento de asesinato contra la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez.
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, respondió con dureza a las declaraciones de Maduro a través de su cuenta en X (antes Twitter): “Escuchame bien Maduro: tus mentiras no te van a salvar”. Bullrich calificó la acusación como parte de un “complot ridículo” y aseguró que refleja “la desesperación de un régimen asesino, que está llegando a su fin”.
Detención del gendarme argentino
El foco del conflicto es la detención de Nahuel Gallo, miembro de la Gendarmería Nacional Argentina, quien fue arrestado en Venezuela tras cruzar la frontera desde Colombia hace casi un mes. Argentina denunció el hecho como una “detención arbitraria y desaparición forzada”, presentando una queja formal ante la Corte Penal Internacional (CPI) y solicitando la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Según el gobierno venezolano, Gallo habría intentado ingresar al país de manera “irregular” y estaría vinculado con “grupos de ultraderecha internacional”. En un video divulgado por las autoridades venezolanas, se observa al gendarme en un aparente lugar de confinamiento junto a otros dos hombres. No obstante, Argentina sostiene que Gallo estaba de visita para ver a su esposa venezolana y a su hijo, con todos los trámites en regla y un pasaje de ida y vuelta.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, afirmó que Gallo será procesado por ejecutar acciones “desestabilizadoras y terroristas”.
Acusaciones cruzadas y contexto político
En una reunión reciente, Maduro aseguró que el arresto fue resultado de una operación de inteligencia y señaló que los implicados tenían “planes específicos” para atentar contra la vicepresidenta Rodríguez. Además, acusó directamente al gobierno de Milei de estar involucrado en actividades desestabilizadoras contra Venezuela.
El incidente ocurre en medio de crecientes tensiones entre ambos países, exacerbadas después de que Argentina reconociera al opositor venezolano Edmundo González como legítimo ganador de las elecciones del 28 de julio, cuyo resultado ha sido rechazado por Maduro. Argentina también ha apoyado los esfuerzos internacionales para presionar por la salida del actual mandatario venezolano.
Reacciones internacionales
El respaldo de Estados Unidos y otros países occidentales a Edmundo González ha añadido presión al régimen de Maduro, quien busca iniciar su tercer mandato este viernes pese a las denuncias de fraude electoral.
Por su parte, González ha prometido regresar a Venezuela para asumir el poder, a pesar de que enfrenta una orden de captura en su país. Este anuncio ha incrementado las tensiones internas y ha generado preocupación en la región por posibles episodios de violencia.
Futuro de la relación bilateral
La detención de Gallo y las acusaciones de Maduro contra Argentina podrían marcar un punto de inflexión en las relaciones entre ambos países. Mientras tanto, organizaciones internacionales como la CIDH y la CPI deberán determinar si el caso del gendarme constituye una violación de derechos humanos, lo que podría derivar en sanciones contra el gobierno venezolano.
Con la situación política de Venezuela cada vez más inestable, el incidente también pone de relieve los desafíos diplomáticos y de seguridad que enfrenta el gobierno de Milei en su primer año de gestión.