KIEV/MOSCÚ, 1 enero.- Ucrania detuvo el tránsito de gas natural ruso a través de su territorio este miércoles, a las 05:00 GMT, cumpliendo con su advertencia de los últimos días. El operador gasístico ucraniano, GTSOU, confirmó que el acuerdo con Gazprom expiró a las 7:00 hora local, marcando el fin del transporte de gas ruso hacia Europa por territorio ucraniano.
En un comunicado, el director general de GTSOU, Dmytro Lypa, aseguró que el sistema ucraniano está preparado para operar sin tránsito ruso. “El operador ha ajustado la infraestructura para garantizar un suministro confiable de gas a los consumidores nacionales y a los mercados europeos en condiciones de tránsito cero”, afirmó.
Por su parte, Gazprom confirmó la suspensión, argumentando la imposibilidad técnica y legal de continuar con los envíos debido a la negativa de Ucrania de renovar los contratos.
Impacto regional y tensiones internacionales
La interrupción afecta principalmente a Austria, Hungría, Eslovaquia y Moldavia, países que dependen del gas ruso transportado por Ucrania. Eslovaquia, cuya ministra de Economía había advertido sobre la interrupción, reaccionó con firmeza. El primer ministro Robert Fico amenazó con medidas recíprocas contra Kiev.
Moldavia, que ya había decretado una emergencia energética el 13 de diciembre, enfrenta graves dificultades, especialmente en la región separatista de Transnistria, que depende exclusivamente del gas ruso.
Contexto político
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reiteró que no permitirá que Rusia “gane miles de millones adicionales” mientras prosigue con su agresión militar. El contrato de tránsito generaba a Ucrania ingresos anuales cercanos a los 700 millones de dólares, pero su suspensión refleja la estrategia de Kiev de minimizar la dependencia energética de Rusia en medio del conflicto.
Implicaciones para Europa
El corte añade presión a los países europeos que todavía dependen del gas ruso. Aunque Moldavia puede recibir suministros desde Rumanía, la región separatista de Transnistria carece de alternativas inmediatas, lo que agrava la crisis en esa área.
Mientras tanto, los mercados energéticos europeos permanecen atentos a posibles interrupciones adicionales y a la búsqueda de soluciones que mitiguen la dependencia del gas ruso en el contexto del conflicto en curso.