Ottawa, 12 dic.- Canadá ha comenzado a preparar medidas de represalia en respuesta a la amenaza del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien advirtió con imponer un impuesto del 25% a todos los productos canadienses. El primer ministro de Ontario, Doug Ford, sugirió que, entre las opciones de respuesta, se podría cortar el suministro de energía de la provincia hacia los Estados Unidos, afectando a cinco estados.

Preparación para la confrontación

Ford indicó que el gobierno federal está trabajando en aranceles de represalia, preparando una respuesta contundente que podría ejecutarse el 20 o 21 de enero, coincidiendo con la toma de posesión de Trump. En una reunión con varios primeros ministros provinciales, Ford comentó que están listos para una “lucha” si las amenazas de Trump se materializan. La ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, expresó que varios primeros ministros apoyan una respuesta firme y que algunos ya han identificado productos clave de sus provincias que podrían formar parte de la respuesta canadiense, como minerales y metales críticos.

Posicionamiento en torno a la seguridad fronteriza

El ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, informó que el gobierno está revisando su plan fronterizo y tomando en cuenta las sugerencias de los primeros ministros. Se ha acordado aumentar la presencia de oficiales de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá y la RCMP en la frontera para abordar las preocupaciones de Trump sobre la migración y el tráfico de drogas. Aunque Canadá sigue sosteniendo que no hay evidencia de tráfico ilegal de fentanilo desde su territorio, el gobierno se ha comprometido a reforzar la seguridad.

Tensión política interna

El líder del NDP, Jagmeet Singh, criticó la respuesta del gobierno canadiense y señaló la necesidad de mostrar unidad frente a las amenazas de Trump. También advirtió que la falta de una respuesta clara podría ser vista como debilidad, lo que intensificaría el acoso por parte de Estados Unidos. En cambio, el diputado liberal Sean Casey argumentó que la relación con Estados Unidos debería priorizar los intereses de Canadá, incluso si esto implicara ceder ante algunas demandas de Trump.

Contexto de la disputa comercial

La situación recuerda a las tensiones comerciales de 2018, cuando Trump utilizó sus poderes de seguridad nacional para imponer aranceles al acero y al aluminio canadienses. Canadá respondió con medidas similares, incluidas tarifas a productos como el yogur, con un enfoque político en lugar de económico. A pesar de las tensiones, Canadá logró una exención en el acuerdo posterior.

La situación se complica aún más con el inicio del receso parlamentario invernal y la cercanía de la toma de posesión de Trump, lo que genera incertidumbre sobre cómo se desarrollarán las negociaciones entre ambos países.

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