Ottawa, 30 nov.- El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, sostuvo un encuentro el viernes con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en la propiedad del magnate en Mar-a-Lago, Florida, en un intento por reducir las tensiones comerciales tras amenazas arancelarias del futuro mandatario estadounidense.
Trudeau, acompañado por el ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, y su jefa de gabinete, Katie Telford, aterrizó en West Palm Beach para la reunión. Entre los presentes también se encontraban Doug Burgum, futuro secretario del Interior, y Howard Lutnick, próximo secretario de Comercio, ambos designados por Trump, junto a otros altos funcionarios y asesores del equipo de transición estadounidense.
Contexto de la reunión
La reunión ocurre en un momento de creciente preocupación para Canadá, luego de que Trump amenazara con imponer un arancel del 25 % a todas las importaciones de Canadá y México, alegando la necesidad de frenar los cruces fronterizos ilegales y el tráfico de drogas ilícitas como el fentanilo.
En respuesta, Trudeau afirmó esta semana que tales amenazas deben tomarse en serio y aseguró que Canadá ya trabaja para abordar las preocupaciones del próximo gobierno estadounidense mediante un enfoque de “Equipo Canadá”, que incluye la colaboración de líderes políticos, empresariales y laborales.
Posturas y retos en las relaciones bilaterales
Trudeau expresó que su estrategia será recordarle a Trump que los aranceles perjudicarían tanto a la economía canadiense como a la estadounidense, encareciendo productos para los consumidores norteamericanos y afectando a empresas de ambos lados de la frontera.
Sin embargo, los desafíos diplomáticos son evidentes. Asa McKercher, experto en relaciones Canadá-Estados Unidos, destacó que Trudeau enfrenta esta crisis con menos capital político que en el pasado, ya que su gobierno liberal se encuentra debilitado en las encuestas a pocos meses de las próximas elecciones.
Además, el líder conservador Pierre Poilievre, quien no ha sido invitado al esfuerzo de colaboración, ha adoptado una postura crítica hacia Trudeau y podría complicar la construcción de un frente unido en esta coyuntura.
Proyecciones y próximos pasos
El gobierno canadiense deberá intensificar los esfuerzos diplomáticos para evitar una crisis comercial, mientras continúa trabajando con la administración entrante de Trump. Trudeau busca repetir la estrategia que utilizó durante el primer mandato de Trump, apelando a la interdependencia económica entre las dos naciones y a la necesidad de cooperación en un entorno geopolítico complejo.
Sin embargo, los analistas advierten que la dinámica política actual y las divisiones internas en Canadá podrían dificultar la efectividad del enfoque del “Equipo Canadá”.