París, 14 nov. – En París, una concentración convocada por el partido francés de izquierda La Francia Insumisa (LFI) rechazó la celebración del partido de fútbol entre Francia e Israel, programado para esta noche, y criticó la presencia del presidente Emmanuel Macron, así como de otros exmandatarios como François Hollande y Nicolas Sarkozy, quienes asistirán al evento, en un contexto marcado por el conflicto en Gaza.
El diputado local Éric Coquerel, presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, fue uno de los oradores más destacados, quien calificó la situación en Gaza de “genocidio” por parte de las Fuerzas Armadas de Israel. Coquerel condenó la asistencia de los altos funcionarios franceses, interpretándola como un apoyo implícito al gobierno israelí de Benjamin Netanyahu.
Según el diputado, la presencia de figuras políticas francesas en el estadio es “vergonzosa”, y cuestionó si Macron y los expresidentes habrían actuado igual si la selección visitante fuera la de Rusia, aludiendo al conflicto en Ucrania. Coquerel comparó ambos conflictos como situaciones “totalmente intolerables” para el derecho internacional.
La manifestación tuvo lugar en la plaza de Saint-Denis, a solo dos kilómetros del Estadio de Francia, donde se jugará el partido, y atrajo a un millar de personas. Coquerel señaló que la reacción del público ya era clara, pues se esperaba una asistencia de menos de 20,000 personas en un estadio con capacidad para 80,000, reflejando el rechazo generalizado hacia el evento.
El encuentro entre las selecciones de Francia e Israel se llevará a cabo bajo estrictas medidas de seguridad, con un despliegue de 4,000 policías y gendarmes en París y Saint-Denis, debido a la elevada tensión en torno al partido. El área circundante al estadio también fue sometida a restricciones, con el cierre de comercios a las 15:45 hora local, cinco horas antes del inicio del encuentro.
En un esfuerzo por prevenir incidentes, las autoridades han establecido un doble anillo de seguridad alrededor del estadio, exigiendo la identificación de los asistentes en dos ocasiones. Además, solo se permitirá ondear banderas de Francia e Israel, mientras que las banderas palestinas han sido prohibidas, y se han implementado medidas adicionales para evitar que se profieran gritos o eslóganes de odio.
El dispositivo de seguridad continuará tras el partido, con patrullajes adicionales en los alrededores y en los transportes públicos cercanos. El prefecto de Policía de París, Laurent Nuñez, advirtió que las autoridades serán “muy firmes” con aquellos que causen disturbios, considerando este encuentro como de alto riesgo tras los recientes incidentes entre aficionados del Ajax y Maccabi de Tel Aviv en Ámsterdam.