Ciudad Hidalgo, México, 30 Oct. – La entrada a México desde Guatemala marca el inicio de una travesía peligrosa para muchos migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Apenas cruzan el río Suchiate, a menudo son retenidos en instalaciones conocidas como “el gallinero” o “la gallera”, donde deben pagar una cuota a los cárteles para avanzar. Este cobro, de al menos 100 dólares por persona, les permite recibir una marca en el brazo, lo que señala su autorización para seguir su camino hacia el norte.
A pesar de la disminución en el número de migrantes que alcanzan la frontera con Estados Unidos, la ruta a través de México sigue siendo un reto dominado por los cárteles, según el padre Heyman Vázquez, quien denuncia que estos grupos controlan quién puede pasar. Los migrantes son detenidos, amenazados y obligados a pagar o, en algunos casos, a entregar sus cuerpos, especialmente mujeres y personas LGBTQ+, según organizaciones de derechos humanos.
Con el tiempo en contra, algunos migrantes buscan asegurar su cita para solicitar asilo a través de la plataforma CBP One. Sin embargo, el acceso es complicado, ya que en ocasiones enfrentan secuestros, extorsiones y hasta la pérdida de su turno en el camino. La administración Biden ha promovido vías legales para la migración segura, pero con las próximas elecciones, la incertidumbre sobre el futuro de estas políticas se hace palpable. Donald Trump ha prometido cerrar CBP One y endurecer las medidas de control migratorio, lo que impulsa a algunos a apresurarse en su intento de cruzar la frontera.
La violencia y el control de los cárteles en la frontera México-Guatemala han crecido en los últimos dos años, con la intervención de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que se han disputado esta región estratégica. Esta situación ha impedido que muchos migrantes reciban ayuda humanitaria, y activistas denuncian la falta de acción de las autoridades para detener esta crisis humanitaria.
En medio de este panorama, miles de migrantes esperan a diario en Tapachula, Ciudad Hidalgo y otras ciudades, muchos de ellos con citas que podrían desaparecer si las políticas cambian después de las elecciones en EE.UU.