Moscú, 24 oct.- En una reciente conferencia de prensa tras la cumbre de BRICS en Kazán, el presidente ruso, Vladímir Putin, destacó que todos los países del grupo, especialmente China y Brasil, desean una resolución rápida y pacífica al conflicto en Ucrania. “Todos están centrados en que el conflicto acabe lo antes posible y preferiblemente de manera pacífica”, afirmó Putin, quien también expresó su agradecimiento por el interés mostrado por sus socios en encontrar una solución.
Putin reiteró su acusación a Estados Unidos de haber instigado un golpe de Estado en Ucrania en 2014, un evento que, según él, contribuyó a la escalada actual del conflicto. En cuanto a la situación en el frente, el líder ruso afirmó que el ejército está “actuando con firmeza” y avanzando en todos los sectores de la línea de contacto, particularmente en la región de Kursk, donde mencionó que algunas unidades ucranianas están bloqueadas.
El presidente ruso insistió en que la falta de negociaciones con Ucrania se debe a la negativa de Kiev a dialogar, declarando que “la pelota está en su campo”. Aseguró que Rusia está dispuesta a considerar acuerdos de paz que tomen en cuenta “la realidad sobre el terreno”.
Durante la cumbre, los líderes de China, India y Brasil hicieron hincapié en la necesidad de desescalar la situación en Ucrania para facilitar negociaciones de paz.
Además, Putin se refirió al tratado de asociación con Corea del Norte, que incluye un artículo de asistencia militar mutua en caso de agresión. Afirmó que ambas naciones decidirán cuándo y cómo aplicar dicho artículo, en respuesta a las acusaciones de que soldados norcoreanos han sido desplegados en Rusia para combatir en Ucrania.
“Las imágenes son cosa seria. Si las hay, quiere decir que algo hay”, indicó, al tiempo que subrayó que Moscú no está escalando el conflicto, sino que es Occidente el que está armando a Ucrania.
Putin admitió que, antes de aplicar el artículo de asistencia, será necesario llevar a cabo negociaciones. Este tratado, firmado con el líder norcoreano Kim Jong-un, busca garantizar la seguridad en la península de Corea y en la región del noreste asiático. Según informes de inteligencia surcoreana, se estima que Pyongyang ya ha enviado hasta 3.000 soldados a Rusia, y podría movilizar hasta 12.000 efectivos en caso de ser necesario.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin, así como la OTAN, han confirmado la presencia de tropas norcoreanas en territorio ruso.