Copenhague, 7 oct.- Los científicos estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun han sido galardonados con el Premio Nobel de Medicina o Fisiología por su descubrimiento del micro-ARN, una nueva clase de moléculas diminutas que juegan un papel esencial en la regulación de los genes. Este hallazgo ha revolucionado la comprensión de los procesos genéticos fundamentales en organismos pluricelulares, incluidos los humanos, según explicó la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.
El descubrimiento de Ambros y Ruvkun introdujo un principio “completamente nuevo” de control genético, clave para el desarrollo y funcionamiento de los seres vivos. El genoma humano, por ejemplo, codifica más de mil micro-ARN, según destacó la institución sueca. Gunilla Karlsson, presidenta del Comité Nobel de Medicina, enfatizó en una rueda de prensa la importancia de comprender las funciones básicas de estos mecanismos, que son el primer paso hacia futuras aplicaciones médicas.
Aplicaciones en la medicina
El hallazgo ya está inspirando avances en el desarrollo de tratamientos contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Los micro-ARN, como explicaron los científicos, intervienen en el proceso mediante el cual la información genética pasa del ADN al ARN mensajero (ARNm), controlando la producción de proteínas en las células. Durante años, se creyó que el control de este flujo de información estaba dominado por los llamados factores de transcripción, que determinaban qué ARNm se producía. Sin embargo, Ambros y Ruvkun demostraron que el micro-ARN añade una nueva capa de regulación.
Un hallazgo inesperado
A finales de la década de 1980, durante sus estudios de doctorado, Ambros y Ruvkun comenzaron a investigar un pequeño gusano nematodo llamado C. elegans, que cuenta con varios tipos de células especializadas similares a los de animales más complejos. En su investigación, descubrieron que el gen lin-4 producía una molécula de ARN de pequeño tamaño que, aunque no codificaba proteínas, inhibía la acción del gen lin-14. Esta revelación fue clave para entender que los micro-ARN regulan la actividad genética en un nivel previamente desconocido.
En 2000, el grupo de Ruvkun identificó otro micro-ARN codificado por el gen lin-7, presente en todo el reino animal, lo que abrió la puerta a la identificación de cientos de micro-ARN en diferentes organismos.
Impacto en el futuro de la medicina
El vicepresidente del Comité Nobel, Olle Kampe, describió este logro como “uno de los grandes premios Nobel”, ya que se trata de un mecanismo fisiológico completamente nuevo. Kampe subrayó que en la mayoría de los tumores, las redes de micro-ARN están alteradas, lo que permite a las células cancerígenas proliferar, y se espera que futuras aplicaciones de este descubrimiento ofrezcan soluciones terapéuticas innovadoras.
Ambros y Ruvkun, docentes en la Universidad de Massachusetts y en la Escuela de Medicina de Harvard respectivamente, suceden a Katalin Karikó y Drew Weissman, premiados en 2023 por su trabajo en las vacunas de ARN mensajero contra la covid-19.
Ambos ganadores compartirán los 11 millones de coronas suecas (968.000 euros) que otorga el Nobel este año.