TORONTO, 02 Oct. – Los Toronto Blue Jays han tomado medidas rápidas al realizar cambios en su cuerpo técnico después de terminar en el último lugar de la División Este de la Liga Americana. Con la mirada puesta en el futuro, el gerente general Ross Atkins enfrenta un desafío considerable para la próxima temporada baja.
La ofensiva del equipo necesita un impulso significativo, mientras que el bullpen requiere una reestructuración urgente. Además, las estrellas del equipo, Vladimir Guerrero Jr. y Bo Bichette, están entrando en el último año de sus contratos, lo que añade presión sobre la dirección de la franquicia para realizar cambios sustanciales.
“Tengo que mejorar y tengo que hacer un mejor trabajo para construir el equipo en torno a un núcleo muy bueno que ha tenido éxito”, afirmó Atkins el miércoles. “Estoy comprometido a hacerlo”.
Atkins, quien ha estado con la franquicia durante casi nueve años, ha dirigido al equipo a las series de comodines en 2020, 2022 y 2023, pero el resultado ha sido el mismo: barridas en cada una de esas ocasiones. Este año, después de un inicio lento y una caída a mediados de junio, los Blue Jays pasaron los últimos tres meses de la temporada en el fondo de la tabla, frustrando las expectativas de un regreso a los playoffs.
El presidente del equipo, Mark Shapiro, también expresó su decepción: “Pensamos objetivamente que teníamos un equipo lo suficientemente bueno para ganar la División Este de la Liga Americana y jugar en la postemporada. No puedo imaginar una desconexión mayor con las expectativas en el tiempo que llevo aquí”.
Las lesiones de jugadores clave, como Bichette, el cerrador Jordan Romano y el abridor Alek Manoah, complicaron aún más la situación, junto con el bajo rendimiento del equipo y la falta de profundidad organizacional. Con una rotación de abridores envejecida y la necesidad de un bateador potente, Atkins sabe que debe actuar rápidamente.
“Hay que tener soluciones internas y progreso, y también necesitamos aportes externos para un mercado como el nuestro y un equipo como el nuestro, para que podamos dar otro paso”, explicó. “Estamos comprometidos a hacer que eso suceda. Seremos obsesivos en lograrlo y creemos que lo lograremos”.
Los Blue Jays fueron uno de los 10 equipos que más dinero gastaron este año, con una nómina de 234 millones de dólares, según Spotrac. Shapiro confirmó que el apoyo de los dueños del equipo sigue siendo fuerte y que no habrá limitaciones en cuanto a los objetivos de Atkins para la temporada baja.
La temporada regular concluyó de forma desastrosa para los Blue Jays, quienes fueron barridos por los modestos Marlins de Miami, con un marcador combinado de 26-7. En los días posteriores, el equipo despidió al entrenador de bateo Guillermo Martínez, y tanto el coordinador de campo Gil Kim como el entrenador asistente de pitcheo Jeff Ware también dejaron sus puestos.
Don Mattingly, quien se desempeñó como coordinador ofensivo la pasada temporada, volverá a asumir el rol de entrenador de banca. Estos cambios son solo el inicio de lo que parece ser un período de reconstrucción para una franquicia que busca reencauzarse tras una temporada decepcionante.
“Jugar partidos de béisbol en septiembre sin que haya consecuencias en los playoffs es doloroso”, admitió Shapiro. “Es difícil y no es donde queremos estar”.
El récord de 74-88 de los Blue Jays marca su peor desempeño desde la temporada de 2019, cuando finalizaron con 67-95. “Este año fue un revés importante”, agregó Shapiro. “No es un trabajo del que estemos orgullosos. Ross necesita ser mejor, yo necesito ser mejor, todas nuestras operaciones de béisbol necesitan ser mejores”.