América Latina en la ONU: Un llamado a la acción y críticas al multilateralismo

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Combo de fotografías donde se ven, desde la izquierda arriba, los presidentes de El Salvador, Nayib Bukele; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric; de Argentina, Javier Milei, de Estados Unidos, Joe Biden, y de Colombia, Gustavo Petro. EFE/ EPA

Nueva York, 25 sep.- En el segundo día de la 79ª Asamblea General de Naciones Unidas, los presidentes de las Américas expusieron sus preocupaciones sobre el estado actual del mundo, coincidiendo en la necesidad de enfrentar las crisis globales pero divergieron en las soluciones propuestas.

Desde Brasil hasta Argentina, los mandatarios denunciaron los efectos devastadores de las guerras, el cambio climático y las fallas del sistema multilateral. Sin embargo, sus discursos reflejaron posturas dispares sobre cómo abordar estos desafíos, con algunos líderes criticando a la ONU por su inacción y otros haciendo un llamado a reformarla para que sea más efectiva.

Las guerras y las tensiones globales: una amenaza creciente

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue uno de los primeros en intervenir, criticando la ofensiva israelí en Gaza y Cisjordania, y advirtiendo sobre la expansión del conflicto hacia el Líbano. Lula denunció la ONU como una institución “cada vez más vaciada y paralizada” y pidió una reforma profunda del Consejo de Seguridad. “El castigo colectivo del pueblo palestino no puede continuar”, declaró con firmeza.

Gustavo Petro, presidente de Colombia, compartió la visión de Lula, alertando sobre el “genocidio” en Gaza y sentenciando que, si Gaza perece, también lo hará la humanidad. Petro vinculó las guerras con el colapso global, resaltando la incapacidad del sistema multilateral para prevenir estos conflictos.

El presidente estadounidense, Joe Biden, adoptó un tono más conciliador, instando a la diplomacia para evitar una escalada en Oriente Medio, mientras reafirmó el compromiso de su administración con la paz en Ucrania. Aunque reconoció el sufrimiento en ambos lados del conflicto en Gaza, destacó la necesidad de no bajar la guardia en apoyo a Ucrania hasta lograr una paz duradera.

En un discurso que abogaba por el multilateralismo, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, pidió que el Consejo de Seguridad asuma su rol de garantizar la paz mundial, mientras que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, expresó un profundo escepticismo, asegurando que el mundo vive una “nueva era oscura”, llena de hostilidad y falta de esperanza.

El cambio climático: un llamado urgente

El cambio climático fue otro de los grandes temas de la jornada. Lula alertó sobre los efectos devastadores del calentamiento global, poniendo como ejemplo las inundaciones en el sur de Brasil y la sequía en la Amazonía. El mandatario brasileño reafirmó su compromiso de reducir la deforestación ilegal, resaltando la importancia de un diálogo con las comunidades indígenas.

Por su parte, Petro fue más allá, afirmando que el fin del mundo ya está en marcha debido a la crisis climática. Según el presidente colombiano, once millones de hectáreas de la selva amazónica se quemaron en un mes, lo que podría marcar el punto de no retorno climático. “Estamos en un momento crucial, y las decisiones humanas ya no serán suficientes para detener el colapso”, advirtió.

Críticas a la ONU y la Agenda 2030

Las críticas más agudas al sistema multilateral y a la ONU llegaron de parte del presidente argentino, Javier Milei, quien rechazó la Agenda 2030 y advirtió sobre los peligros de un “gobierno supranacional” liderado por burócratas internacionales. Milei calificó el rumbo de la ONU como “trágico” y denunció la imposición de políticas colectivistas, refiriéndose también a las cuarentenas sanitarias impuestas durante la pandemia de COVID-19, las cuales consideró un “delito de lesa humanidad”.

En contraste, el presidente chileno, Gabriel Boric, instó a rebelarse contra el doble estándar en materia de derechos humanos, condenando tanto el terrorismo de Hamás como las acciones de Israel. “No tenemos por qué elegir entre barbaries”, sentenció, abogando por una postura humanitaria en el conflicto.

El multilateralismo en la encrucijada

Mientras algunos líderes pidieron rescatar el multilateralismo, otros lo vieron como un sistema fallido. La diversidad de opiniones en esta Asamblea General refleja las profundas divisiones sobre el rol de la ONU en el actual panorama mundial. Sin embargo, todos coincidieron en que el mundo enfrenta una coyuntura peligrosa que requiere soluciones urgentes y concertadas.

El desafío sigue siendo cómo lograr un consenso en un foro donde los intereses y visiones del mundo son tan dispares como los países que lo conforman.

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