Naciones Unidas, 25 SEP.- El presidente de Argentina, Javier Milei, utilizó su primer discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas para criticar severamente el rumbo que ha tomado la organización, calificando su adopción de la Agenda 2030 como un “rumbo trágico”. Milei también expresó su desacuerdo con el Pacto del Futuro, que fue acordado el pasado domingo.
El mandatario argentino reconoció que la ONU ha contribuido a mantener cierta paz global en las últimas décadas, pero advirtió que sus esfuerzos por promover “políticas colectivistas” y la Agenda 2030 representan un peligro. Describió esta agenda como un “programa de Gobierno supranacional de corte socialista”, afirmando que la organización ha abandonado sus principios fundacionales para convertirse en “un Leviatán de múltiples tentáculos” que intenta dictar tanto la política de los Estados-Nación como la vida de los ciudadanos en todo el mundo.
Milei argumentó que la ONU impone una agenda ideológica a sus miembros, creando un “modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales” que busca definir cómo deben vivir los ciudadanos. Criticó especialmente las cuarentenas impuestas durante la pandemia de COVID-19, calificándolas de “delitos de lesa humanidad”.
El presidente también denunció que la ONU ha permitido que regímenes dictatoriales, como los de Cuba y Venezuela, ingresen al Consejo de Derechos Humanos sin reproche alguno. Subrayó que, a pesar de ser una institución que promueve la defensa de los derechos de las mujeres, permite que países que castigan a las mujeres por mostrar la piel participen en el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.
Milei no escatimó críticas hacia el tratamiento de Israel dentro de la ONU, indicando que la organización ha votado sistemáticamente en su contra. También cuestionó la efectividad del Consejo de Seguridad, argumentando que ha perdido su propósito al utilizar el veto de los miembros permanentes para defender intereses particulares.
Finalmente, Milei enfatizó que los debates en Nueva York, particularmente en la Cumbre del Futuro, representan una profundización del “rumbo trágico” adoptado por la ONU. Propuso oficialmente el disenso al Pacto del Futuro y lanzó una invitación a todas las naciones libres a unirse a él en la creación de una “nueva agenda para esta noble institución, la ‘agenda de la libertad’”.