Nueva York, 29 ago.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha sido el protagonista de la portada de la última edición de la revista TIME, donde se publica una entrevista exclusiva en la que el mandatario salvadoreño afirmó que no se postulará para un tercer mandato presidencial.
“Yo no puedo postularme a presidente de nuevo, de acuerdo a la Constitución por la prohibición del Artículo 152. Además, tengo el acuerdo con mi esposa de que este (mandato) es el último”, declaró Bukele, quien culminará su actual periodo en 2029. Esta afirmación alude a la polémica interpretación del artículo de la Constitución salvadoreña que prohíbe la reelección inmediata, una norma que Bukele sorteó al solicitar una licencia de seis meses en 2023 para enfocarse en su campaña presidencial, evitando así ser considerado presidente en ejercicio y habilitándose para un nuevo mandato.
En la entrevista, Bukele también reveló que aún no ha decidido qué hará después de 2029, pero que una de las opciones que contempla es escribir un libro. “Va a ser un reto definitivamente, porque no me veo regresando a la empresa privada (…) Realmente no tengo pensado qué voy a hacer en el 2029”, añadió.
“No me considero ni de izquierda ni de derecha”
Con un aspecto más maduro y distante del perfil de político milenial que cultivó en el pasado, Bukele aparece en la portada de TIME con un gesto confiado, sentado en su despacho presidencial, con las manos entrelazadas y fotos familiares al fondo. Durante la entrevista, reiteró que no se alinea ni con la izquierda ni con la derecha política. “Definitivamente yo no me considero ni de izquierda ni de derecha (…) La gente no ve ningún rumbo en la izquierda. La derecha con sus anacronismos y todo, pero al menos está planteando un rumbo”, manifestó.
La lucha contra las pandillas y sus controversias
Bukele también habló sobre su lucha contra las pandillas, una de las bases de su popularidad. Según el presidente, de los 70.000 pandilleros que estima existen en El Salvador, su gobierno ha capturado al 85 %, pero aún quedan entre 8.000 y 9.000 por detener. “Si los atrapamos, ya no van a tener suficientes medios para cohesionarse de nuevo”, aseguró.
El régimen de excepción implementado por su gobierno desde marzo de 2022, y renovado mensualmente por la Asamblea Legislativa controlada por su partido, ha permitido la suspensión de derechos fundamentales como el acceso a un abogado o el derecho a ser informado de las razones de una detención. Esto ha suscitado críticas de organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), que denuncian la erosión de derechos básicos y el debilitamiento de la oposición.
Informes de la organización local Socorro Jurídico Humanitario estimaron hace cinco meses que más de 26.200 personas han sido detenidas arbitrariamente sin conexión con pandillas, mientras que HRW alertó en julio sobre la detención de más de 3.000 menores durante el régimen de excepción.