Jerusalén, 10 agosto. – Un bombardeo israelí sobre la escuela Al Tabaín en Gaza, que según autoridades locales dejó un saldo devastador de un centenar de muertos y decenas de heridos, amenaza con socavar los esfuerzos internacionales para lograr un cese el fuego entre Israel y el grupo islamista Hamás, exacerbando aún más la crisis en Oriente Medio.
El ataque ocurrió durante el rezo musulmán del amanecer en la escuela Al Tabaín, situada en Ciudad de Gaza, que servía de refugio para aproximadamente 6.000 desplazados. Tanto Hamás, que controla la Franja de Gaza, como la Defensa Civil del enclave, reportaron que el bombardeo dejó alrededor de cien muertos, en su mayoría civiles, y múltiples heridos. Sin embargo, Israel puso en duda estas cifras, afirmando que “no se alinean” con la información del Ejército ni con la precisión de las municiones utilizadas.
Las autoridades en Gaza temen que la cifra de fallecidos aumente, dado que muchos de los heridos presentan graves quemaduras y amputaciones, complicadas por la falta de equipos médicos necesarios para su tratamiento.
Reacciones y condenas internacionales
Israel justificó el ataque alegando la supuesta presencia de milicianos en la escuela y aseguró que tomó “numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles”, incluyendo vigilancia aérea e inteligencia previa. Sin embargo, Izat al Rishq, miembro del buró político de Hamás, desestimó estas declaraciones como un “insulto a la inteligencia mundial”, asegurando que todas las víctimas eran civiles.
Imágenes tras el ataque mostraron una escena dantesca: daños masivos en la mezquita de la escuela, cadáveres calcinados, libros del Corán ensangrentados y niños aterrorizados entre cuerpos desmembrados. Estas imágenes han causado conmoción mundial y generado una oleada de condenas internacionales.
La comunidad internacional, que intensifica la presión para obligar a Israel y Hamás a firmar un cese el fuego después de más de 10 meses de conflicto, expresó su rechazo al ataque. Estados Unidos, Catar y Egipto, los principales mediadores, han llamado a las partes a abordar los “detalles” del acuerdo el próximo jueves, una invitación que hasta ahora solo Israel ha aceptado.
Escalada de tensiones en la región
Hamás calificó el ataque como un “crimen horrendo” y responsabilizó a Israel y a Estados Unidos de “genocidio y limpieza étnica” contra los palestinos. La ONU informó que este es el 21º ataque israelí contra una escuela que sirve como refugio para desplazados en poco más de un mes.
La Autoridad Nacional Palestina, que gobierna partes de Cisjordania ocupada, también condenó el ataque y lo calificó como un fracaso de la comunidad internacional, instando a que “no quede impune”. Varios países, incluidos Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Irak, Catar, Emiratos Árabes Unidos, así como Francia, Rusia e Irán, también expresaron su rechazo.
Irán, que ha prometido vengar la muerte de Ismail Haniyeh, líder político de Hamás asesinado en Teherán el 31 de julio en un ataque atribuido a Israel, y de Fuad Shukr, líder militar de Hizbulá asesinado a finales de julio, calificó el ataque israelí como “genocidio”. Teherán ha asegurado que concluyó los preparativos para un “castigo severo” contra Israel.
El conflicto, que estalló el 7 de octubre del año pasado tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó más de 1.200 muertos, ha provocado una devastación masiva en la Franja de Gaza. En más de 10 meses de guerra, el Ministerio de Sanidad de Gaza reporta más de 39.790 muertos y 92.002 heridos, en su mayoría mujeres y niños. Además, 10.000 personas permanecen desaparecidas bajo los escombros, mientras 1,9 millones de desplazados enfrentan una crisis humanitaria sin precedentes.