Sídney (Australia), 26 julio.- Los líderes de Australia, Canadá y Nueva Zelanda han hecho un llamado urgente para un alto al fuego en Gaza, advirtiendo sobre el riesgo de una mayor escalada del conflicto que podría afectar a civiles en Israel y el Líbano. La petición llega en el contexto de la mayor escalada bélica en la región desde 2006.
En un comunicado conjunto, el primer ministro australiano, Anthony Albanese; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; y el primer ministro neozelandés, Christopher Luxon, expresaron su profunda preocupación por el aumento de la violencia y el potencial de un conflicto regional más amplio. Destacaron especialmente el riesgo a lo largo de la Línea Azul, la frontera demarcada por la ONU entre Israel y Líbano, y la escalada de hostilidades entre el grupo islamista Hizbulá y las fuerzas israelíes.
“Nos preocupa seriamente la perspectiva de una nueva escalada en toda la región”, afirmaron los mandatarios. Subrayaron la necesidad de que Irán y sus grupos afiliados, incluyendo Hizbulá, cesen las acciones desestabilizadoras y los ataques. La escalada reciente ha llevado a un aumento en los desplazamientos masivos y una creciente crisis humanitaria en la región.
La declaración conjunta se produce después de que Israel atacara una estructura de Hizbulá en el sur del Líbano, en respuesta a una serie de ataques de la milicia chií que dejaron un soldado israelí gravemente herido. Los líderes pidieron a Israel que proteja a los civiles y acepte el plan de alto al fuego propuesto por el presidente estadounidense Joe Biden, respaldado por el Consejo de Seguridad de la ONU y otras entidades internacionales.
El conflicto actual entre Israel y Gaza ha intensificado la violencia en la frontera con Líbano, que no había alcanzado un nivel tan alto desde la guerra de 2006. Desde el inicio del conflicto en octubre, al menos 537 personas han perdido la vida, principalmente en el Líbano y en las filas de Hizbulá, que ha reportado más de 330 bajas. En Israel, han fallecido 30 personas, incluyendo 18 militares y 12 civiles.
Los mandatarios de Australia, Canadá y Nueva Zelanda reiteraron su compromiso con una solución de dos Estados, en la que israelíes y palestinos puedan vivir en paz dentro de fronteras reconocidas internacionalmente. Este enfoque, argumentaron, es la única solución viable para alcanzar una paz justa y duradera en la región.