Jerusalén, 16 julio.- Una turba de judíos ultraortodoxos atacó anoche a dos oficiales del Ejército israelí en la localidad de Bnei Brak, cerca de Tel Aviv, mientras los oficiales se encontraban en la ciudad para discutir la creación de una brigada ultraortodoxa dentro de las fuerzas armadas.
La turba, según informes de medios israelíes este martes, gritó “Asesinos” y arrojó botellas y otros objetos al vehículo de los oficiales.
El incidente ha sido ampliamente condenado en la política israelí, incluido Yitzhak Goldknopf, líder del partido ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torá, que forma parte de la coalición de gobierno de Benjamín Netanyahu. Goldknopf escribió que “no hay lugar para actos violentos que son completamente contrarios a nuestra sagrada Torá”, refiriéndose al ataque.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, también se pronunció sobre el incidente, calificándolo de merecedor de “todos los reproches”. Destacó la dedicación de los oficiales y su contribución a la seguridad de Israel, especialmente en un momento en que se necesita fortalecer las fuerzas armadas.
También condenaron el ataque los ministros ultraderechistas del gobierno, Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, así como el líder de la oposición derechista, Avigdor Liberman.
Los judíos ultraortodoxos (haredí) han estado protestando activamente en las últimas semanas contra la integración forzosa de sus jóvenes en el Ejército, después de que el Tribunal Supremo de Israel ordenara al Gobierno tomar medidas para aumentar el número de reclutas religiosos que realizan el servicio militar obligatorio.
El Ministerio de Defensa aprobó recientemente el envío de órdenes de reclutamiento a jóvenes ultraortodoxos a partir de agosto, aunque no especificó cuántos de los aproximadamente 63,000 jóvenes haredim en edad militar recibirán dichas órdenes.
La exención del servicio militar para los estudiantes a tiempo completo en yeshivás había sido motivo de controversia durante mucho tiempo y se había extendido mediante disposiciones especiales hasta hace unos meses. La decisión del Tribunal Supremo de Israel subrayó que no existe una base legal para excluir a los hombres ultraortodoxos del reclutamiento militar, lo que ha generado debates intensos en la sociedad israelí.
Este contexto se enmarca en un momento de tensión para las Fuerzas Armadas de Israel, que enfrentan desafíos significativos tanto en Gaza como en la frontera con el Líbano.
