Rouville, Quebec, 11 julio.- En el Municipio Regional del Condado (MRC) de Rouville, con una población permanente de 38.000 residentes, cada año se suman entre 1.200 y 1.300 trabajadores extranjeros temporales durante períodos de hasta 9 meses. Una reciente exposición fotográfica ofrece una ventana a sus vidas y trayectorias.
Cada fotografía está acompañada de un testimonio, brindando una perspectiva única sobre la experiencia de estos trabajadores. Entre ellos destaca María Guadalupe, la única mujer en la muestra, quien trabaja en el Potager Montrouge en Rougemont. Su relato de reunificación familiar y su proceso hacia la residencia permanente atrajo la atención de otras empresas agrícolas locales interesadas en estos procesos.
María Guadalupe Aguilar Meza, originaria de Tepic, Nayarit, México, tiene 37 años. En la empresa donde trabaja, sus tareas varían entre el campo y la cocina. “Hago un poco de todo”, explicó a Karla Dueñas, encargada de apoyar a los trabajadores temporales en la organización L’Ancre.
“Este julio cumplo cinco años aquí. Llegué como trabajadora. Mi esposo ya tenía más años trabajando en Quebec. Por él estamos aquí con mis tres hijos. Nos dieron la residencia en julio pasado, después de tres años de estar esperando. Por fin nos la dieron”, compartió María Guadalupe.
A pesar de los desafíos, la familia está contenta. “Todo ha sido difícil. La familia, la comida porque todo es muy diferente aquí. Y más que nada, porque estamos solos, no tenemos familia acá. Ha sido un poco difícil, pero poco a poco estamos construyendo algo para adaptarnos mejor”, agregó.
Para María Guadalupe, lo más importante al venir a Canadá es tener el valor de dejar todo atrás y empezar de cero. Aun así, considera que ella y su familia están “mejor aquí”.
Promoviendo la Convivencia y el Acercamiento Cultural
Margarita Palacios, Roxanne Fyfe y Karla Dueñas trabajaron estrechamente en el diseño, producción y realización de la exposición “Saisonniers” (Temporales). Roxanne Fyfe, consejera en relaciones interculturales de la MRC de Rouville y del Programa de Apoyo a las Colectividades (PAC) del Ministerio de Inmigración de Quebec, se encargó del diseño y la realización de la exposición. Su trabajo se centra en fomentar una mayor hospitalidad e inclusión hacia las personas inmigrantes.
“Cuando hablamos de convivencia, no se trata sólo de juntar dos grupos con diferentes culturas en una misma habitación y esperar resultados. Es un trabajo a largo plazo, lleno de pequeñas acciones como actividades recreativas y acercamiento intercultural”, explicó Fyfe.
La convocatoria y participación de los trabajadores temporales en la exposición se realizaron de forma meticulosa. Se contactó a empresas locales como viñedos, productores de fresas, horticultores y viveros para proponerles el proyecto. Posteriormente, la fotógrafa Véronique Moisan y dos mediadores conocidos por los trabajadores capturaron imágenes espontáneas y realizaron retratos.
“Fue bastante complicado. Para que se sintieran cómodos, tanto la fotógrafa Véronique Moisan como Francisco Salazar, supervisor del organismo Immigrant Québec, tuvieron que actuar con mucha sensibilidad. Los trabajadores agrícolas, aunque esenciales para nuestro territorio, suelen ser invisibles y no están acostumbrados a estar en el centro de atención”, comentó Fyfe.
La Alegría de Trabajar en el Campo
La historia de Christian Gómez también destaca por su reunificación familiar. Desde niño, en Guatemala, veía a su padre irse a trabajar a Canadá. Cuando alcanzó la mayoría de edad, tuvo la oportunidad de unirse a su padre en el viñedo Les Petits Cailloux.
“Desde que tenía como 8 o 9 años, mi papá ya viajaba acá. Yo decía, ‘quiero ir a trabajar, quiero salir del país a conocer lugares, aprender nuevas cosas’. Ahora que ya estoy más grande, pues se dio la oportunidad y aquí estoy”, compartió Christian.
El joven guatemalteco dice sentirse contento de trabajar en el campo debido a su amor por la flora y fauna. “Es bonito trabajar con plantas”, afirmó.
Responsabilidad Social de las Empresas
La recepción de la comunidad local ha sido positiva, y la exposición fotográfica es solo el primer paso de un programa más amplio que incluye actividades adicionales como la proyección de películas mexicanas al aire libre este verano, así como mejoras en servicios y comunicaciones adaptadas a las necesidades de los trabajadores temporales.
“Queremos fortalecer la responsabilidad social de las empresas hacia los trabajadores temporales. Esto implica no sólo ofrecerles empleo, sino también crear un ambiente donde puedan reconstruir sus vidas y cumplir sus aspiraciones”, concluyó Fyfe.
La exposición “Saisonniers” estará abierta todo el verano en el parque del centro de Saint-Paul-d’Abbotsford, invitando a todos a reflexionar sobre la vital contribución de los trabajadores temporales a la comunidad local.