Nueva York, 22 de junio de 2024. – El Departamento de Estado de EE.UU. ha confirmado la muerte de varios ciudadanos estadounidenses durante la peregrinación anual a La Meca, conocida como el ‘hach’, que este año se ha visto ensombrecida por una devastadora ola de calor. El evento religioso culminó el pasado miércoles con cerca de 900 fallecidos, incluidos los estadounidenses, debido a las extremas temperaturas que alcanzaron los 51.8 grados Celsius.
“Ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a las familias por su pérdida. Estamos dispuestos a proporcionar toda la asistencia consular apropiada”, expresó un portavoz del Departamento de Estado a EFE. Sin embargo, no se ha proporcionado aún un número exacto de fallecidos estadounidenses ni detalles adicionales, respetando la privacidad de las familias afectadas.
La responsabilidad de determinar las causas de las muertes y emitir los certificados de defunción recae en las autoridades locales saudíes, según afirmó el portavoz.
La tragedia ha tocado a múltiples naciones, con Egipto reportando el mayor número de víctimas, con al menos 325 peregrinos muertos, la mayoría por golpes de calor. Jordania y otros países también han registrado muertes significativas y han anunciado medidas contra aquellos que facilitan viajes a La Meca fuera de los canales oficiales, lo que a menudo deja a los peregrinos sin acceso a instalaciones adecuadas para enfrentar el calor extremo.
El alto costo del viaje, que promedia los 4,600 euros por persona, empuja a muchos a buscar alternativas menos costosas que son consideradas ilegales por Arabia Saudí. Estos peregrinos a menudo carecen de acceso a las necesarias tiendas de campaña climatizadas y otras instalaciones que podrían mitigar los efectos del calor.
Indonesia, con 200 fallecidos, y otros países como la India, Pakistán, Malasia y Bangladés también han reportado muertes, lo que subraya la magnitud de la crisis durante este evento religioso que reunió a más de 1.8 millones de personas.
El ‘hach’ es uno de los cinco pilares del islam y requiere que todos los musulmanes, cuya salud y recursos lo permitan, realicen al menos una vez en la vida esta peregrinación a los sitios más sagrados del islam en La Meca.