Budapest / Bruselas, 27 junio.- El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, advirtió este viernes que quienes participen en la Marcha del Orgullo de Budapest, prohibida por las autoridades, deberán afrontar consecuencias legales, aunque excluyó el uso de la fuerza por parte de la policía. La declaración aviva la tensión en vísperas de un evento que ha polarizado tanto a la sociedad húngara como a la política europea.
“Si alguien no cumple las leyes, debe enfrentar las consecuencias legales”, afirmó Orbán en la radio pública, señalando que asistir en “vestimenta insuficiente” sería motivo de sanción bajo la nueva legislación, que califica este tipo de manifestaciones como una amenaza al “desarrollo adecuado” de los menores.
Legislación restrictiva y vigilancia reforzada
La prohibición de la marcha se ampara en reformas constitucionales y legislaciones aprobadas en marzo por la mayoría parlamentaria del partido oficialista Fidesz, que facultan a las autoridades a impedir este tipo de eventos y multar a los asistentes. Además, la policía anunció el uso de sistemas de reconocimiento facial durante la jornada, elevando las preocupaciones sobre la represión de derechos civiles.
El ministro de Justicia, Bence Tuzson, también advirtió a través de una carta enviada a embajadas extranjeras en Budapest que los participantes podrían enfrentar sanciones, luego de que diversas misiones diplomáticas expresaran su apoyo a la comunidad LGTBI+.
Apoyo local e internacional a la marcha
Pese a la prohibición oficial, el alcalde progresista de Budapest, Gergely Karácsony, aseguró que la marcha sigue en pie, al considerarse un evento municipal que no requiere autorización previa. La policía, en cambio, sostiene que la convocatoria es ilegal.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instó esta semana al gobierno húngaro a permitir la celebración del Orgullo “sin temor a sanciones penales o administrativas”. Orbán respondió advirtiendo a Bruselas que no interfiera en “asuntos penales” de los Estados miembros.
Participación política y europea
La comisaria europea de Igualdad, Hadja Lahbib, confirmó su asistencia al evento. En un comunicado, declaró:
“El derecho a ser quien uno es, amar a quien uno quiere y marchar por los derechos propios son libertades fundamentales de nuestra Unión. Debemos defender esto. Se trata de lo que somos como europeos”.
Se espera que la marcha cuente con unos 70 eurodiputados de distintas fuerzas progresistas, así como la participación de la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, entre otros.
La comisaria Lahbib también mantendrá reuniones con ONGs como Amnistía Internacional e ILGA-Europe, así como con los organizadores del Orgullo y con el propio alcalde de Budapest, en un claro gesto de respaldo internacional frente a las políticas restrictivas del Gobierno húngaro.
Pese a las amenazas legales, se prevé una asistencia masiva a la marcha, convertida en un acto de resistencia cívica y símbolo del desafío europeo al retroceso de derechos fundamentales.