La Haya, 25 jun.- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ratificó este miércoles que España no se sumará al nuevo compromiso de la OTAN de elevar el gasto militar al 5 % del PIB para 2035. En su lugar, España se limitará a alcanzar un máximo del 2,1 %, decisión que ha generado tensiones diplomáticas con Estados Unidos y marcado un fuerte contraste con el resto de los aliados.
En la rueda de prensa posterior a la cumbre celebrada en La Haya, Sánchez defendió que ese 2,1 % “permitirá cumplir en tiempo y forma todos los compromisos adquiridos con la OTAN en materia de capacidades”, gracias a una supuesta flexibilidad pactada con el nuevo secretario general de la Alianza, el neerlandés Mark Rutte.
“España siempre es la solución, nunca el problema”, afirmó Sánchez, en respuesta a las críticas del presidente estadounidense Donald Trump, quien amenazó con represalias comerciales por lo que considera una actitud “injusta” de Madrid dentro de la alianza.
OTAN: del consenso al desacuerdo
La cumbre de la OTAN concluyó con una declaración unánime en la que todos los países miembros expresaron su “compromiso inquebrantable con la defensa colectiva” y el objetivo de destinar hasta un 5 % del PIB a defensa en 2035. El plan, impulsado directamente por Trump, contempla:
Tipo de gasto | Porcentaje del PIB |
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Gasto militar directo | 3,5 % |
Infraestructura de defensa (puertos, bases, ciberseguridad, etc.) | 1,5 % |
Total objetivo para 2035 | 5 % |
Sin embargo, el Ejecutivo español considera que el documento final no obliga expresamente a cumplir el umbral del 5 %, sino que deja abierta la posibilidad de planes de gasto “creíbles y sostenidos” adaptados a cada país. Sánchez insistió en que el 2,1 % que se propone ha sido recomendado por técnicos del Ministerio de Defensa y será suficiente.
Tensión con Washington: “Van a pagar sí o sí”
Las declaraciones de Sánchez no cayeron bien en Washington. Trump arremetió contra España y advirtió que podría aplicar sanciones comerciales. “Me gusta mucho España, pero es injusto que no paguen. Van a pagar sí o sí. Cuando negociemos un acuerdo comercial con ellos, les haré pagar el doble”, dijo.
El presidente estadounidense incluso ironizó que “España es el único país que se niega a pagar”, acusando al gobierno de Sánchez de actuar “por libre” y de minar el consenso de la OTAN.
A estas críticas se sumó el secretario de Estado, Marco Rubio, quien calificó a España como “un gran problema” dentro de la Alianza Atlántica. En una entrevista con Politico, Rubio expresó dudas sobre la sostenibilidad del plan español y dijo que el país “se coloca en una situación muy complicada respecto a sus aliados”.
“Esta era la cumbre de Trump, y España ha decidido ignorarla”, sentenció el influyente senador republicano.
Sin saludo ni encuentro
Sánchez reveló que no pudo saludar ni conversar con Trump durante la cumbre, algo que atribuyó a la casualidad. Sin embargo, el distanciamiento diplomático parece evidente.
A pesar del aislamiento, el presidente del Gobierno español agradeció que el resto de aliados “respetaran la soberanía de España” en cuanto a su política de defensa, y aseguró que el país “seguirá siendo una pieza clave en la arquitectura de la seguridad europea”.
Claves del conflicto entre España y EE.UU. en la OTAN
Punto de fricción | Postura de España | Postura de EE.UU. / OTAN |
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Gasto en defensa | 2,1 % del PIB como techo | 5 % del PIB como meta obligatoria |
Justificación de Sánchez | Cifra avalada por técnicos de Defensa | Insuficiente y desleal, según EE.UU. |
Reacción de Trump | Amenaza de sanciones comerciales | “Van a pagar sí o sí” |
Reacción de Marco Rubio | “España es un gran problema” | Duda de la sostenibilidad del plan |
Posición OTAN | Compromiso unánime con el 5 % | España se desmarca del consenso |
El choque diplomático trasciende el gasto militar: refleja el creciente aislamiento internacional del Ejecutivo español frente a una OTAN alineada con los intereses estratégicos de Washington. A falta de 10 años para 2035, España se presenta como la gran excepción, y posiblemente como el nuevo foco de tensión dentro de la alianza más importante de Occidente.