LOS ÁNGELES, 8 JUNIO.- Tropas de la Guardia Nacional comenzaron a llegar este domingo al centro de Los Ángeles tras una orden del expresidente Donald Trump, en medio de crecientes tensiones por las redadas de inmigración y las protestas que estas han desatado en barrios de mayoría latina. El despliegue, calificado por el gobernador Gavin Newsom como “deliberadamente incendiario”, marca una de las intervenciones federales más polémicas en el estado en décadas.
Desde temprano, efectivos del 79º Equipo de Combate de la Brigada de Infantería fueron vistos organizándose en el complejo federal del centro de la ciudad, donde se ubica el Centro de Detención Metropolitano, uno de los puntos focales de las protestas. El Departamento de Defensa compartió imágenes de decenas de soldados armados y un vehículo blindado desplegado en la zona.

Enfrentamientos con ICE en vecindarios latinos
Las protestas estallaron tras varias redadas de agentes federales de inmigración que dejaron más de 100 detenidos en una sola semana, según fuentes oficiales. El sábado, los enfrentamientos se intensificaron cerca de un Home Depot en Paramount, al sur de Los Ángeles, cuando manifestantes intentaron bloquear vehículos de la Patrulla Fronteriza arrojando piedras y bloques de cemento. En respuesta, los agentes usaron gas lacrimógeno, explosivos de aturdimiento y balas de pimienta.
Uno de los detenidos fue un líder sindical de renombre, acusado de obstrucción a las fuerzas del orden, lo que aumentó aún más la tensión entre activistas, residentes y autoridades federales.
Declaraciones y amenaza de intervención militar
Trump justificó el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional como respuesta a lo que calificó como “una forma de rebelión” y advirtió que “no se tolerará la anarquía”. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, fue más allá al amenazar con enviar marines en servicio activo si continúa la violencia: “Estamos preparados para actuar con toda la fuerza que sea necesaria”, afirmó.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró que la misión de la Guardia Nacional es “mantener la paz y el orden público”, permitiendo al mismo tiempo el derecho a protestar de manera pacífica.

Newsom rechaza la intervención y denuncia “comportamiento desquiciado”
El gobernador de California, Gavin Newsom, denunció que el envío de tropas se hizo sin su solicitud, lo que representa la primera activación de la Guardia Nacional en California en estas condiciones en décadas, según el Brennan Center for Justice.
“El uso de tropas sin el consentimiento del estado es una escalada temeraria y autoritaria”, declaró Newsom, y agregó que las amenazas del Pentágono de usar marines “constituyen comportamiento desquiciado”.
Nuevas protestas y arrestos
Durante la noche del sábado, se registraron nuevas protestas en Compton y Paramount. En esta última ciudad, un automóvil fue incendiado y las autoridades instalaron alambre de púas cerca de una tienda de donas para contener a los manifestantes. En el centro de Los Ángeles, cientos se congregaron nuevamente frente a edificios federales, donde la policía local declaró una “asamblea ilegal” y realizó múltiples arrestos.
A pesar de la fuerte presencia militar, las protestas se mantuvieron limitadas geográficamente a ciertas zonas del centro, sin mayores efectos en el resto de la ciudad, que alberga más de 4 millones de habitantes.
La respuesta del gobierno federal ante las protestas contra las deportaciones anticipa un verano de tensión en una ciudad con una numerosa población inmigrante y con profundas divisiones políticas sobre el futuro de la política migratoria en Estados Unidos.