CIUDAD DEL VATICANO, 8 de mayo.— En un momento histórico para la Iglesia Católica, el cardenal estadounidense Robert Prevost, originario de Chicago y misionero de larga trayectoria en Perú, fue elegido como el primer papa estadounidense en los 2.000 años de historia del catolicismo. Tomó el nombre de León XIV y ofreció su primer mensaje desde la logia de la Basílica de San Pedro, donde saludó a los fieles con un cálido “La paz sea con ustedes”, prometiendo un papado marcado por el diálogo y la paz.


Un Mensaje Inicial de Paz y Unidad

En sus primeras palabras como pontífice, León XIV habló en italiano y luego cambió al español, recordando sus años como misionero agustino y arzobispo de Chiclayo, Perú. Su elección rompe un tabú histórico sobre la posibilidad de un papa estadounidense, aunque Prevost también posee nacionalidad peruana, lo que lo convierte en una figura que trasciende fronteras.

“Soy un cristiano y un obispo, para que todos podamos caminar juntos”, declaró, destacando su compromiso con la unidad dentro de la Iglesia y más allá.

Prevost apareció en la logia vistiendo la tradicional capa roja del papado, un símbolo que su predecesor, el papa Francisco, había evitado durante su elección en 2013. Este gesto simboliza la continuidad de la tradición, pero también sugiere un nuevo capítulo para la Iglesia.


El Papado de Robert Prevost: Un Liderazgo Forjado en América Latina

Con 69 años, León XIV ha dedicado gran parte de su carrera ministerial a servir en América Latina, específicamente en Perú, donde trabajó como misionero antes de ser nombrado arzobispo de Chiclayo. En 2023, el papa Francisco lo llevó al Vaticano para dirigir la poderosa oficina encargada de evaluar las nominaciones de obispos en todo el mundo, una posición clave que lo colocó en el centro de las decisiones eclesiásticas globales.

Prevost fue visto como el candidato ideal para continuar el legado de Francisco, quien lo consideraba su “heredero aparente”. Durante su pontificado, Francisco abrió la Iglesia hacia un diálogo más inclusivo y global, y se espera que León XIV profundice este enfoque.


Reacciones Internacionales

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró la elección de Prevost, describiéndola como un honor para su país:

“Qué mejor honor puede haber. Estamos un poquito sorprendidos y estamos contentos”, expresó Trump desde Washington.

En contraste, algunos fieles en la Plaza de San Pedro reconocieron la importancia histórica de la elección, pero también expresaron esperanzas de que el nuevo papa continúe expandiendo las reformas iniciadas por Francisco.

“Francisco hizo bien en abrir la Iglesia al mundo exterior, pero en otros frentes tal vez no hizo lo suficiente. Veremos si el próximo podrá hacer más,” comentó Pedro Deget, un estudiante argentino presente en la plaza.


El Proceso del Cónclave

El cónclave que eligió a León XIV comenzó el miércoles por la tarde y concluyó con humo blanco en la tarde del jueves. Durante la primera votación, el humo negro emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando que no se había alcanzado consenso.

El proceso de votación sigue una estricta tradición:

  • Cada cardenal escribe su elección en una papeleta con las palabras “Eligo in summum pontificem” (“Elijo como sumo pontífice”).
  • Las papeletas son colocadas en una urna, revisadas por escrutadores y contabilizadas.
  • Los resultados se registran y las papeletas se perforan y atan con hilo antes de ser quemadas para producir el icónico humo blanco o negro.

El tiempo que tomó el cónclave generó especulación, con algunas fuentes sugiriendo que los cardenales necesitaron más tiempo para deliberar debido a la diversidad de candidatos y perspectivas dentro del colegio cardenalicio.


Expectativas para el Nuevo Papado

León XIV enfrentará desafíos significativos, incluida la continuación de las reformas iniciadas por Francisco, la modernización de la Iglesia y la gestión de tensiones internas. Su experiencia en América Latina y su papel reciente en la oficina de obispos sugieren que buscará fortalecer la Iglesia en regiones donde ha perdido influencia.

Desde la Plaza de San Pedro, miles de fieles celebraron la elección con vítores y cánticos, mientras sacerdotes y monjas expresaban emoción ante el inicio de un nuevo capítulo para la Iglesia Católica.


Conclusión: Un Nuevo Capítulo para la Iglesia Global

La elección de León XIV marca un hito en la historia de la Iglesia Católica, no solo porque es el primer papa estadounidense, sino porque representa un puente entre culturas y continentes. Con su experiencia pastoral y liderazgo eclesiástico, muchos esperan que guíe a la Iglesia hacia un futuro más inclusivo y resiliente.

“Estamos llamados a caminar juntos,” concluyó León XIV en su discurso inaugural, subrayando su compromiso con la unidad y el diálogo en un mundo fragmentado.


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