MOSCÚ/KIEV, 20 ABRIL.- El presidente ruso, Vladimir Putin, decidió no extender el alto el fuego de Pascua en Ucrania, según confirmó este domingo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la agencia de noticias TASS. La tregua humanitaria de 30 horas anunciada sorpresivamente por Putin el sábado expiró a medianoche (21:00 GMT) de este domingo, dejando un panorama de incertidumbre y acusaciones cruzadas entre Moscú y Kiev.

Acusaciones de Incumplimiento

Desde el inicio de la supuesta tregua, a las 15:00 GMT del sábado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, denunció que Rusia continuó lanzando ataques en varias regiones del frente oriental. Según Zelensky, las tropas rusas llevaron a cabo operaciones militares en áreas como Pokrovsk y Siversk, utilizando armamento pesado y violando el cese al fuego declarado por Putin.

“Las palabras de Rusia sobre un alto el fuego para la región de Kursk, Siverski y otras direcciones en Donetsk quedaron en palabras vacías”, afirmó Zelensky en su cuenta de Telegram. El mandatario ucraniano reportó un total de 46 ofensivas rusas y 901 ataques durante el domingo, destacando que los combates persistieron incluso mientras Moscú aseguraba estar cumpliendo con la tregua.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania corroboró estas cifras, informando 45 enfrentamientos en el frente desde el inicio del día. En un comunicado publicado en su cuenta de Facebook, las autoridades ucranianas señalaron que Rusia continuó utilizando armamento pesado, desafiando las expectativas de un cese significativo de las hostilidades.

Propuestas de Paz Ignoradas

A pesar de la falta de cumplimiento de la tregua, Zelensky reiteró su propuesta de establecer un cese el fuego total, incondicional y justo que se extienda durante al menos 30 días. Sin embargo, sus llamados parecen no haber sido correspondidos por Moscú, que sigue priorizando sus objetivos militares en el campo de batalla.

Este anuncio de Putin había generado cierta esperanza tras meses de fallidos intentos del entonces presidente estadounidense, Donald Trump, de mediar una tregua entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, las acciones de Rusia durante el fin de semana sugieren que la oferta de paz podría haber sido más simbólica que real, destinada a mejorar la imagen internacional de Moscú.

Reacciones Internacionales

En Washington, las autoridades expresaron su frustración ante la falta de avances significativos hacia la paz. El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, advirtió que Estados Unidos podría retirarse de las conversaciones si no se logra un progreso tangible para terminar con el conflicto, que comenzó en febrero de 2022 con la invasión rusa.

Por su parte, Trump señaló que observa “entusiasmo” por la paz tanto en Rusia como en Ucrania y expresó su confianza en que las negociaciones avanzarán hacia un acuerdo. Sin embargo, estas declaraciones contrastan con la realidad sobre el terreno, donde las hostilidades continúan sin disminuir.

Escepticismo en Ucrania

En Kiev, muchos ciudadanos expresaron su escepticismo sobre la posibilidad de que Rusia respete cualquier tipo de tregua. “Ya han incumplido su promesa. Por desgracia, hoy en día no podemos confiar en Rusia”, declaró Olga Grachova, una comerciante de 38 años, a la agencia AFP.

Por su parte, Natalia, una médica de 41 años, lamentó la falta de reciprocidad en las propuestas de paz de Ucrania: “Ofrecemos paz, pero nadie responde”.

Un Conflicto Sin Fin

La decisión de Putin de no prorrogar el alto el fuego refleja la profundidad del estancamiento en las negociaciones entre Rusia y Ucrania. Mientras Moscú insiste en sus objetivos territoriales y militares, Kiev busca garantías sólidas para proteger su soberanía e integridad territorial.

El conflicto, que ya ha durado más de tres años, ha dejado miles de muertos, millones de desplazados y enormes daños materiales en Ucrania. Además, ha generado tensiones geopolíticas globales, afectando las cadenas de suministro energéticas y alimentarias, así como las relaciones internacionales.

Próximos Pasos

El futuro inmediato parece incierto. Aunque Ucrania confirmó su participación en una reunión en Londres con delegaciones de Europa y EE.UU. para discutir un posible alto el fuego, las acciones de Rusia sugieren que seguirá priorizando sus intereses militares sobre las iniciativas diplomáticas.

Mientras tanto, la población civil de Ucrania sigue pagando el precio más alto de este prolongado conflicto, enfrentando bombardeos, escasez de recursos y una vida marcada por la incertidumbre.

Con la guerra lejos de su fin, queda por ver si las potencias internacionales pueden ejercer suficiente presión para forzar un cambio en la dinámica actual o si el conflicto continuará escalando, con consecuencias devastadoras para la región y el mundo.

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