SEVILLA, 20 ABRIL.- La Hermandad de la Resurrección puso el broche final a la Semana Santa de Sevilla 2025, con una procesión que recorrió las calles de la capital hispalense en un emocionante desfile protagonizado por los pasos del Señor de la Resurrección y la Virgen de la Aurora. Este acto tradicional marca el cierre de una semana cargada de devoción, arte y tradición, en la que el tiempo atmosférico fue uno de los grandes protagonistas.
Una Semana Santa Marcada por el Clima
Durante esta edición de la Semana Santa, las previsiones meteorológicas mantuvieron en vilo a hermandades y cofrades debido a la amenaza de lluvias. Sin embargo, salvo en algunos casos aislados, el clima respetó los desfiles procesionales, permitiendo que sevillanos y visitantes disfrutaran de momentos únicos e icónicas estampas.
Las nubes y algunas lloviznas dispersas no lograron empañar el esplendor de las imágenes religiosas ni la belleza de las calles engalanadas para recibir a las hermandades. Al contrario, en muchos momentos, el cielo encapotado añadió un toque dramático a las fotografías y vivencias de quienes acompañaron a los pasos durante su recorrido.
El Señor de la Resurrección y la Virgen de la Aurora: Símbolos del Cierre
La procesión de la Hermandad de la Resurrección, que sale desde la Iglesia de San Gregorio, es siempre un momento especial en el calendario de la Semana Santa sevillana. Con los pasos del Señor de la Resurrección y la Virgen de la Aurora, esta cofradía representa la alegría y el triunfo de la fe tras los días de recogimiento y penitencia propios de la Pasión de Cristo.
Los nazarenos, vestidos con túnicas blancas y fajines rojos, acompañaron al Señor y a la Virgen en su camino hacia la catedral y regreso, marcando el final de una semana repleta de emociones y fervor popular. El brillo de las túnicas, el sonido de las marchas procesionales y el aroma del incienso llenaron una vez más las calles de Sevilla, dejando una huella imborrable en quienes tuvieron la oportunidad de presenciarlo.
Un Balance Positivo
A pesar de las incertidumbres iniciales por las condiciones climáticas, la organización de la Semana Santa 2025 logró sortear los contratiempos para ofrecer un evento que cumplió con las expectativas de miles de fieles y turistas. Las hermandades desfilaron con normalidad en su mayoría, y los templos abrieron sus puertas para acoger a quienes quisieron rendir homenaje a las imágenes o simplemente admirar el patrimonio artístico y cultural de la ciudad.
La colaboración entre las autoridades locales, las hermandades y los servicios de emergencia garantizó que todo transcurriera sin mayores incidentes, permitiendo que esta edición quedara grabada como una de las más memorables de los últimos años.
La Despedida de la Semana Santa
Con la procesión de la Hermandad de la Resurrección, Sevilla cerró una semana única en la que la fe, la cultura y la tradición volvieron a demostrar su capacidad para unir a personas de todas las edades y procedencias. Los aplausos y vítores que acompañaron a la Virgen de la Aurora hasta su entrada en la iglesia fueron el testimonio de gratitud y satisfacción de una ciudad que vive intensamente su Semana Santa.
La edición de 2025 será recordada no solo por su belleza, sino también por la capacidad de adaptación y superación frente a los desafíos climáticos. Ahora, Sevilla comienza a mirar hacia el próximo año, cuando nuevamente las calles se llenarán de luz, música y devoción para celebrar una de las tradiciones más arraigadas y emblemáticas de España.
Conclusión
La procesión de la Hermandad de la Resurrección puso fin a una Semana Santa que, pese a las dificultades iniciales, dejó momentos inolvidables para todos los asistentes. Con el paso del Señor de la Resurrección y la Virgen de la Aurora, Sevilla se despide hasta el próximo año, mientras guarda en su memoria las bellas estampas que caracterizan esta celebración única en el mundo.