TORONTO, 15 de abril — La provincia canadiense de Manitoba anunció este lunes que dejará de exportar electricidad a Estados Unidos y permitirá que expiren sus acuerdos de suministro para utilizar la energía en proyectos dentro de Canadá. Esta decisión se produce en el contexto de las tensiones comerciales impulsadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha lanzado una serie de medidas proteccionistas y aranceles contra Canadá, además de hacer comentarios polémicos sobre el uso de la “fuerza económica” contra su vecino del norte.
El Fin de los Acuerdos de Exportación
El acuerdo que expirará a finales de este mes implicaba la exportación de 500 megavatios de electricidad desde Manitoba hacia Estados Unidos, donde era adquirida por la empresa Northern States Power, con sede en Minneapolis. Sin embargo, el jefe de Gobierno de Manitoba, Wab Kinew, declaró que la provincia decidió no renovar estos contratos y priorizará el uso de la energía para fortalecer la economía nacional y local.
“Como canadienses y ciudadanos de Manitoba, hemos decidido que esta energía debe ser utilizada para reforzar nuestra propia economía”, afirmó Kinew durante un anuncio público. Esta medida refleja una respuesta directa a las políticas comerciales agresivas de Trump y las crecientes tensiones entre ambos países.
Reacciones en Canadá ante las Políticas de Trump
Las decisiones y declaraciones de Trump han generado una fuerte reacción negativa en todo Canadá. Varias provincias han implementado represalias comerciales contra productos estadounidenses como respuesta a los aranceles impuestos por Washington. Por ejemplo:
- En Ontario, la provincia más industrializada y poblada de Canadá, el jefe de Gobierno, Doug Ford, aumentó temporalmente en un 25% el precio de la electricidad que exporta a 1,5 millones de hogares estadounidenses. Aunque Ford revirtió el aumento tras una amenaza de Trump de imponer nuevos aranceles, el episodio evidenció la creciente frustración canadiense.
- Otras provincias también han anunciado medidas similares para limitar el acceso de productos estadounidenses a sus mercados locales, buscando presionar a EE.UU. para que abandone sus políticas proteccionistas.
Impacto Económico y Energético
La decisión de Manitoba de retener su electricidad tiene importantes implicaciones tanto para la provincia como para EE.UU.:
- Para Manitoba:
Retener la electricidad permitirá a la provincia utilizarla en proyectos de desarrollo interno, como la expansión de infraestructuras energéticas o la promoción de industrias locales que dependen de fuentes de energía accesibles. Esto podría ayudar a impulsar la economía regional y reducir la dependencia de importaciones energéticas. - Para EE.UU.:
La pérdida de los 500 megavatios provenientes de Manitoba podría generar desafíos para empresas y consumidores en estados como Minnesota, que dependen parcialmente de esta energía limpia e hidroeléctrica. Este impacto podría agravarse si otras provincias canadienses adoptan medidas similares.
Un Contexto de Guerra Comercial
La guerra comercial lanzada por Trump contra Canadá ha incluido:
- Aranceles recíprocos: Impuestos a productos clave como automóviles, acero y aluminio.
- Amenazas económicas: Trump ha insinuado el uso de la “fuerza económica” contra Canadá, lo que ha sido interpretado como una posible referencia a la integración forzada de Canadá bajo el control estadounidense.
- Represalias canadienses: Desde nivel federal hasta provincial, Canadá ha respondido con medidas comerciales y decisiones estratégicas para proteger sus intereses económicos.
En este contexto, la decisión de Manitoba simboliza un esfuerzo por priorizar los recursos nacionales frente a las demandas extranjeras percibidas como injustas.
¿Qué Significa Esto para el Futuro?
¿Podrá Canadá resistir las presiones económicas de Trump? La decisión de Manitoba refleja un cambio estratégico en el manejo de los recursos energéticos del país, priorizando el consumo interno sobre las exportaciones. Este enfoque podría fortalecer la resiliencia económica de Canadá frente a las tensiones comerciales, pero también podría profundizar las fricciones con EE.UU.
Mientras tanto, la guerra comercial sigue siendo un tema central en la relación bilateral. Las acciones de provincias como Manitoba y Ontario demuestran que Canadá está dispuesto a tomar medidas firmes para defender sus intereses, incluso si esto implica sacrificar acuerdos comerciales tradicionales.
La pregunta clave ahora es si estas medidas provocarán un diálogo constructivo entre ambos países o si llevarán a una escalada de tensiones que afecte aún más la cooperación económica y política.