Toronto (Canadá), 25 de marzo — El primer ministro de Canadá, Mark Carney, declaró este lunes que su país necesita tener una “conversación general” sobre economía y seguridad con las autoridades de Estados Unidos, ante las crecientes tensiones derivadas de las amenazas lanzadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, desde su regreso a la Casa Blanca.
Carney hizo estas declaraciones durante el primer día de la campaña electoral que culminará el 28 de abril con las elecciones generales en Canadá. El líder del Partido Liberal también reveló que no ha mantenido contacto directo con Trump desde que asumió el cargo el pasado 14 de marzo, sugiriendo que el mandatario estadounidense “está esperando a ver quién gana” las elecciones canadienses.
El economista destacó que la guerra comercial impulsada por Trump, junto con sus amenazas a la soberanía canadiense, han transformado las relaciones entre ambos países. Según Carney, esta situación exige un diálogo más amplio y profundo, que vaya más allá de los términos tradicionales.
Las Tensiones Comerciales y Políticas
La principal preocupación para Canadá ha sido la imposición de aranceles al acero y al aluminio por parte de EE.UU., medidas que violan el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Estas acciones han generado incertidumbre económica y política en Canadá, especialmente en sectores clave como la industria manufacturera y energética.
“Dada la magnitud de las acciones comerciales contra el acero y el aluminio, que van totalmente en contra del T-MEC, y las otras acciones, necesitamos tener una conversación general con los estadounidenses sobre economía y seguridad”, afirmó Carney.
Este tema ha eclipsado otros asuntos importantes en la campaña electoral, como el rápido aumento del costo de vida, la escasez de viviendas asequibles y los altos niveles de emigración, que anteriormente eran las principales preocupaciones de los ciudadanos canadienses.
Polémica por Declaraciones de Danielle Smith
La primera gran controversia de la campaña surgió tras conocerse unas declaraciones de la jefa de Gobierno de la provincia de Alberta, la ultraconservadora Danielle Smith, en el podcast estadounidense Breitbart News Saturday el pasado 8 de marzo. En ellas, Smith pidió a Trump que retrasara la imposición de aranceles a Canadá hasta después de las elecciones, aparentemente para favorecer al líder conservador, Pierre Poilievre.
Sus palabras fueron ampliamente criticadas por los principales grupos políticos del país, excepto el Partido Conservador. Jagmeet Singh, líder del Nuevo Partido Democrático (NPD), calificó las declaraciones como “una vergüenza” y las comparó con un intento de injerencia extranjera en el proceso electoral canadiense.
“Es inaceptable que una figura pública canadiense busque influir en nuestro proceso democrático solicitando favores a un gobierno extranjero”, señaló Singh.
Preocupaciones Sobre la Integridad Electoral
El director del organismo público Elecciones Canadá, Stéphane Perrault, abordó este lunes las preocupaciones sobre la integridad del proceso electoral. Aseguró que ha estado en contacto con plataformas de redes sociales para garantizar que el proceso sea seguro y libre de interferencias externas.
Esta cuestión es particularmente delicada en Canadá, ya que los dos últimos comicios, celebrados en 2019 y 2021, sufrieron intentos de injerencia por parte de países como China, India y Rusia. Los servicios de inteligencia canadienses han establecido un grupo de trabajo para monitorear posibles interferencias extranjeras en estas elecciones.
El Factor Trump en la Carrera Electoral
Aunque antes del regreso de Trump a la presidencia, el Partido Conservador lideraba cómodamente las encuestas con una ventaja promedio de 25 puntos sobre el Partido Liberal, la situación ha cambiado drásticamente. Las últimas encuestas muestran que los liberales de Carney tienen un 37,7 % de intención de voto frente al 37 % de los conservadores.
Según análisis de la radiotelevisión pública canadiense CBC, bajo el sistema electoral de escrutinio mayoritario uninominal, los liberales obtendrían 177 escaños, cinco más de los necesarios para formar mayoría, mientras que los conservadores se quedarían con 132 escaños.
Trump se ha convertido en un factor determinante en la dirección del voto canadiense. Su estilo confrontacional y las tensiones comerciales han llevado a muchos votantes a reconsiderar su apoyo al Partido Conservador, temiendo que una victoria de Poilievre podría profundizar las fricciones con Washington.
Conclusiones
La campaña electoral en Canadá está marcada por un contexto internacional volátil, con Donald Trump ejerciendo una influencia significativa en la política interna del país. Mientras tanto, Mark Carney enfrenta el desafío de navegar las tensiones con EE.UU. sin comprometer los intereses nacionales ni la unidad de Canadá.
Con menos de un mes para las elecciones, los canadienses deben decidir si prefieren continuar con los liberales de Carney, apostar por un cambio con los conservadores de Poilievre, o explorar alternativas como el NPD. En cualquier caso, el resultado dependerá en gran medida de cómo los votantes perciban la capacidad de cada partido para manejar la relación con su vecino del sur.