Bogotá, 25 de marzo — Al menos nueve integrantes del Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia, murieron en un bombardeo militar realizado en los caseríos de Arenales y Montefrío, en el municipio de Segovia, departamento de Antioquia, informó este martes el Gobierno colombiano. La operación fue ordenada directamente por el presidente Gustavo Petro, quien destacó que también se logró la captura de un miembro de la organización y la incautación de 13 fusiles.
Resultados de la Operación
Entre los fallecidos en el bombardeo figuran dos líderes clave de la estructura criminal:
- Manuel Alexander Ariza Rosario, alias ‘Hitler’, cabecilla de la célula operativa.
- Jairo Julio de Hoyos, alias ‘Neym’, segundo al mando de esta red.
La operación, ejecutada por tropas del Ejército Nacional y la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), tuvo lugar en una zona montañosa utilizada por el grupo armado para coordinar actividades ilegales, como narcotráfico y extorsión.
El presidente Petro señaló en su cuenta de X (antes Twitter) que esta célula del Clan del Golfo estaba vinculada a la emboscada contra fuerzas especiales del Ejército ocurrida recientemente. Además, responsabilizó al grupo criminal del secuestro y asesinato de Jaime Alonso Gallego, un reconocido líder minero de Segovia, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 11 de marzo con múltiples disparos en una carretera de Vegachí, Antioquia.
Reacciones Políticas
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, un crítico habitual de Petro, aplaudió los resultados de la operación pero aprovechó para lanzar una indirecta al presidente. En su cuenta de X, Rendón escribió:
«Presidente Petro, ahí tiene lo que se consigue cuando se le permite actuar con determinación a la Fuerza Pública, sin tratar a los bandidos como angelitos».
Rendón ha sido uno de los principales oponentes de las políticas de paz impulsadas por Petro, argumentando que estas debilitan la capacidad de respuesta militar frente a grupos armados ilegales.
Política de Bombardeos Selectivos
Este es el tercer bombardeo realizado durante el gobierno de Petro y el segundo dirigido contra el Clan del Golfo. Aunque el presidente ha priorizado diálogos de paz y procesos de sometimiento a la justicia para desmovilizar grupos armados, ha defendido el uso de la fuerza militar como una herramienta legítima dentro del marco del Derecho Internacional Humanitario (DIH).
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, explicó semanas atrás que los bombardeos son parte de una estrategia integral que combina acciones militares con espacios de diálogo.
«Los bombardeos no han parado. Solo hay una decisión política del presidente que está alineada con proteger la vida. Pero la opción legal y la capacidad estratégica de la Fuerza Aeroespacial están disponibles y se aplicarán de acuerdo al DIH», declaró Sánchez.
Espacio de Diálogo con el Clan del Golfo
En agosto de 2023, el gobierno de Petro autorizó abrir un «espacio de conversación socio-jurídico» con el Clan del Golfo, heredero de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El objetivo de este espacio es establecer los términos para un eventual sometimiento colectivo a la justicia, bajo los preceptos de la ley colombiana. Sin embargo, el proceso aún no ha comenzado debido a que el gobierno no reconoce al Clan del Golfo como un actor político.
El presidente insiste en que su estrategia de Paz Total busca desmantelar las estructuras criminales mediante la combinación de medidas judiciales, económicas y militares. No obstante, críticos como Rendón argumentan que las negociaciones diluyen la presión sobre estos grupos, permitiéndoles reorganizarse.
Impacto Regional
El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), es la organización criminal más grande del país y controla vastas áreas dedicadas al narcotráfico, minería ilegal y extorsión. En Antioquia, su presencia ha generado violencia constante, afectando especialmente a comunidades rurales y líderes sociales.
La muerte de ‘Hitler’ y ‘Neym’ podría debilitar temporalmente las operaciones del grupo en la región, aunque analistas advierten que estas organizaciones suelen reemplazar rápidamente a sus cabecillas caídos.
Un Enfoque Dual: Paz y Fuerza Militar
La operación en Segovia refleja el enfoque dual del gobierno de Petro: mientras avanza en diálogos con diversos grupos armados, incluyendo disidencias de las FARC y el ELN, también utiliza la fuerza militar para neutralizar a quienes continúan cometiendo crímenes graves.
Sin embargo, este equilibrio sigue siendo objeto de debate en Colombia. Mientras algunos sectores aplauden las acciones militares como muestra de firmeza, otros temen que estas puedan obstaculizar los esfuerzos por alcanzar acuerdos de paz duraderos.
Con la violencia persistente en regiones como Antioquia, el gobierno enfrenta el desafío de demostrar que su estrategia puede lograr avances significativos tanto en seguridad como en reconciliación nacional.