TORONTO, 12 de marzo.— El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, llegó este miércoles a Canadá en lo que constituye la visita de más alto nivel de la administración de Donald Trump al país vecino. Su participación en la reunión de ministros de Exteriores del Grupo de los Siete (G7), que se celebrará del 12 al 14 de marzo en Charlevoix, Quebec, marca un momento clave para las relaciones entre ambos países, inmersos en una profunda crisis comercial y diplomática.
Un Contexto Tensión: Guerra Comercial y Amenazas de Anexión
La llegada de Rubio ocurre en medio de una escalada sin precedentes en las tensiones entre Estados Unidos y Canadá. Desde su regreso al poder, Trump ha endurecido su retórica contra Ottawa, sugiriendo incluso que Canadá debería convertirse en el “51º estado” de Estados Unidos. Estas declaraciones han sido acompañadas por medidas económicas agresivas, como la imposición de aranceles del 25% sobre las importaciones canadienses de acero y aluminio, dos productos clave para la economía nacional.
El primer ministro saliente, Justin Trudeau, calificó estas medidas como una “amenaza existencial” para Canadá, mientras que su sucesor, Mark Carney, ha advertido que Washington “quiere nuestros recursos, nuestra agua, nuestra tierra y nuestro país”. Estas declaraciones reflejan la creciente preocupación en Ottawa ante las acciones de Trump, cuya estrategia parece estar diseñada para debilitar económicamente al país antes de las próximas elecciones.
Rubio y el G7: Un Enfoque Controversial
Rubio se unirá a los ministros de Exteriores de Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y Reino Unido en la primera reunión del G7 desde el regreso de Trump a la presidencia. Aunque el principal tema de la cumbre es el apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa, la posición de Estados Unidos ha generado controversia. Rubio dejó claro que Washington se opondrá a cualquier lenguaje “antagonista” contra Rusia, bloqueando propuestas clave para sancionar la flota “fantasma” de embarcaciones rusas que eluden restricciones internacionales a la exportación de petróleo.
Esta postura rompe con la estrategia de unidad mantenida por el G7 desde 2022 y ha causado preocupación entre los aliados europeos, quienes ven en ella una señal de desinterés por la cooperación multilateral.
“Estados Unidos no permitirá que el G7 adopte un lenguaje que sea contrario a sus intereses estratégicos”, afirmó Rubio en declaraciones previas al viaje.
Crisis Comercial: Aranceles y Electricidad
La disputa comercial entre ambos países escaló aún más esta semana cuando Trump amenazó con elevar al 50% los aranceles sobre el acero y el aluminio canadienses, en represalia por un recargo del 25% en la electricidad que la provincia de Ontario aplicó a tres estados estadounidenses. Sin embargo, tras una llamada telefónica entre el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, y el gobernador de Ontario, Doug Ford, se anunció la suspensión temporal del aumento en las tarifas eléctricas. Ford viajará a Washington el jueves para discutir la relación comercial.
Pese a esta aparente distensión, Canadá ha dejado claro que tomará medidas adicionales si Estados Unidos persiste en sus políticas punitivas. El gobierno federal ya ha impuesto aranceles de represalia valorados en miles de millones de dólares, afectando productos clave como computadoras, equipos deportivos y calentadores de agua.
La Diplomacia de Mélanie Joly
Durante la cena de ministros del G7 este miércoles, la ministra de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, buscará persuadir a Rubio para que Washington dé marcha atrás en sus políticas comerciales y frene las amenazas de anexión. Joly argumentará que las declaraciones de Trump están dañando gravemente las relaciones bilaterales y alimentando el sentimiento antiestadounidense en Canadá.
Una encuesta reciente reveló que:
- 55% de los canadienses están enfadados con las amenazas de anexión de Trump.
- 37% se sienten traicionados.
- 66% apoyan medidas de represalia económica contra Estados Unidos.
Joly también destacará cómo la crisis bilateral ha tenido un impacto político interno. Desde enero, la popularidad del Partido Liberal ha aumentado significativamente, mientras que la ventaja del Partido Conservador ha desaparecido. Ambas formaciones están ahora empatadas en intención de voto, en gran parte debido a la percepción de que el gobierno liberal ha defendido mejor la soberanía canadiense frente a Trump.
Perspectivas y Próximos Pasos
A medida que la disputa comercial sigue escalando, Canadá enfrenta una decisión crucial: endurecer su respuesta con medidas de represalia o buscar una solución diplomática para evitar una mayor confrontación. Las negociaciones entre Doug Ford y Howard Lutnick serán clave para definir el futuro de las relaciones comerciales, mientras que la presión política interna sobre el gobierno canadiense seguirá aumentando.
Por otro lado, la presencia de Rubio en la cumbre del G7 servirá como una prueba para medir hasta qué punto la administración Trump está dispuesta a negociar con sus aliados tradicionales o si continuará con su estrategia de confrontación.
“Canadá está decidido a defender su soberanía, pero también a preservar la estabilidad de América del Norte. La pregunta es si Estados Unidos está dispuesto a escuchar”, concluyó un analista político consultado por Reuters.
El mundo observa cómo evolucionan estas tensiones, consciente de que cualquier desenlace tendrá implicaciones significativas no solo para América del Norte, sino para el sistema global de comercio y cooperación internacional.