HOLLYWOOD, 10 de marzo.— Meryl Streep, considerada una de las actrices más talentosas y versátiles de la historia del cine, ha construido un legado inigualable con su capacidad para interpretar personajes complejos en una amplia variedad de géneros. Con 21 nominaciones al Oscar y tres estatuillas ganadas, además de múltiples premios BAFTA y Globos de Oro, su carrera es un testimonio de dedicación y excelencia artística.

Sin embargo, el camino hacia la cima de Hollywood no siempre fue fácil para Streep. Uno de los momentos más determinantes de su carrera ocurrió durante una audición que, según el director Robert Benton, fue “la peor entrevista con un actor” en toda su trayectoria en la industria. Paradójicamente, ese encuentro fallido llevó a Streep a protagonizar Kramer vs. Kramer, la película que marcó un antes y un después en su carrera.


El Debut y el Ascenso Inicial

El debut cinematográfico de Streep llegó en 1977 con un pequeño papel en Julia, protagonizada por Jane Fonda y Vanessa Redgrave. Aunque su aparición fue breve, su presencia en pantalla llamó la atención de críticos y espectadores. Un año después, su participación en El francotirador junto a Robert De Niro le valió su primera nominación al Oscar, consolidando su reputación como una actriz prometedora.

Pero fue en 1979 cuando Streep logró su verdadero punto de inflexión con Kramer vs. Kramer. En esta película, interpretó a Joanna Kramer, una madre enfrentada a la difícil decisión de dejar a su hijo para encontrar su propia identidad. Su actuación capturó emociones profundas con una sutileza que se convertiría en su sello distintivo.


La Audición Fallida que Cambió Todo

Contrario a lo que muchos podrían imaginar, la audición de Streep para Kramer vs. Kramer no fue un éxito. Según recordó el director Robert Benton, Streep apareció en su oficina y apenas duró 15 o 20 minutos en una reunión que describió como “la peor entrevista con un actor” en su carrera.

“Meryl apareció y se sentó allí… No creo que la entrevista durara más de 15 o 20 minutos como máximo, y fue… la peor entrevista que he tenido con un actor en todos mis años en Hollywood. La peor. La peor”, comentó Benton en una entrevista posterior.

A pesar de esa mala primera impresión, tanto Benton como Dustin Hoffman, quien protagonizaba la película, coincidieron en que Streep era la elección perfecta para el papel de Joanna Kramer. Y no se equivocaron.


Un Oscar que Marcó el Inicio de una Leyenda

Streep transformó lo que podría haber sido un casting desastroso en una interpretación conmovedora y memorable. Su actuación en Kramer vs. Kramer fue aclamada por crítica y público, y le valió su primer Oscar como Mejor Actriz de Reparto. Ese galardón marcó el inicio de una carrera llena de reconocimientos y papeles icónicos.

La manera en que Streep abordó el personaje de Joanna Kramer demostró su capacidad para dotar de humanidad y profundidad a cualquier rol, una cualidad que se convirtió en una constante en su filmografía.


Una Carrera sin Necesidad de Audiciones

Tras el éxito de Kramer vs. Kramer, Streep alcanzó un estatus en el que ya no necesitaba audicionar para conseguir grandes papeles. Su talento y prestigio eran suficientes para asegurarle roles en algunas de las películas más importantes de cada época.

En el siglo XXI, Streep continuó brillando con interpretaciones memorables en películas como:

  • El diablo viste de Prada (2006): Donde dio vida a la implacable editora de moda Miranda Priestly, un papel que se volvió icónico.
  • Florence Foster Jenkins (2016): Una actuación que le valió otra nominación al Oscar por su retrato de una socialité obsesionada con la ópera, pero sin talento vocal.
  • No miren arriba (2021): Una sátira política en la que interpretó a la presidenta de Estados Unidos, demostrando su capacidad para adaptarse a cualquier género con maestría.

El Talento que Trasciende las Primeras Impresiones

La historia de Meryl Streep es un recordatorio de que el talento auténtico trasciende las primeras impresiones. Lo que pudo haber sido una audición fallida terminó siendo el trampolín que lanzó su carrera hacia el estrellato. Hoy, es imposible imaginar el cine sin su presencia.

Con cada personaje que interpreta, Streep reafirma su lugar en la historia de Hollywood, demostrando que, en el mundo del cine, lo más importante no es cómo se comienza, sino cómo se deja huella.

“Lo más importante no es cómo empiezas, sino cómo marcas la diferencia”, parece ser el mantra de una actriz cuya carrera sigue inspirando a generaciones de artistas y espectadores por igual.

Meryl Streep no solo es una actriz; es un símbolo de perseverancia, talento y pasión por el arte.

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