LA HABANA, 6 de marzo.— El Gobierno cubano lanzó este jueves una dura crítica contra el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, tras su anuncio de vetar visas a funcionarios extranjeros que faciliten la migración ilegal hacia Estados Unidos. Según La Habana, estas medidas no solo son contraproducentes, sino que también promueven la migración irregular al mantener políticas como la Ley de Ajuste Cubano y el recrudecimiento del bloqueo económico.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, expresó en redes sociales:

“Mientras Marco Rubio dice luchar contra la migración ilegal hacia EE.UU. con duras medidas en la región, promueve el recrudecimiento de la guerra económica contra el pueblo de Cuba y apoya la permanencia de la Ley de Ajuste Cubano. Muy bien, Marco, así se promueve la migración ilegal”.


La Nueva Restricción de Visas de Rubio

La medida anunciada por Rubio amplía una política implementada en 2024 durante la Administración de Joe Biden, que restringe visas a responsables de aerolíneas y empresas privadas de transporte vinculadas a la facilitación de la migración irregular. Ahora, esta restricción incluye a:

  • Funcionarios gubernamentales de inmigración y aduanas.
  • Autoridades aeroportuarias y portuarias.
  • Cualquier persona que EE.UU. considere responsable de facilitar “deliberadamente” la migración ilegal.

Según Washington, esta decisión busca desincentivar prácticas que contribuyen al flujo masivo de migrantes indocumentados hacia su territorio. Sin embargo, el Gobierno cubano argumenta que estas acciones ignoran las causas profundas del fenómeno migratorio y perpetúan incentivos para la migración irregular.


La Ley de Ajuste Cubano: Un “Incentivo” Según La Habana

El Ejecutivo cubano ha señalado repetidamente que la Ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1966, es uno de los principales factores que impulsan la migración irregular. Esta legislación otorga residencia permanente a los cubanos que logran permanecer un año en territorio estadounidense, independientemente de cómo hayan ingresado.

Para La Habana, esta política actúa como un “imán” que fomenta salidas masivas e irregulares, ya que muchos cubanos ven en ella una oportunidad única para mejorar sus condiciones de vida. En contraste, el Gobierno cubano aboga por una migración legal, segura y ordenada, basada en acuerdos bilaterales con EE.UU.


El Éxodo Migratorio Cubano: Una Crisis Sin Precedentes

Cuba enfrenta actualmente un éxodo migratorio sin precedentes. Según datos oficiales, el país ha perdido al menos un 10% de su población en los últimos cuatro años. Las principales causas de esta crisis incluyen:

  • Escasez crónica de alimentos, medicinas y combustible.
  • Prolongados apagones diarios debido a la crisis energética.
  • Inflación desbocada y deterioro del poder adquisitivo.
  • Falta de perspectivas económicas y sociales para los ciudadanos.

Estos problemas han llevado a miles de cubanos a buscar mejores condiciones de vida tanto por tierra —atravesando países como Panamá y México— como por mar, en peligrosas travesías hacia Florida.


La Postura de Cuba: Diálogo y Cooperación

El Gobierno cubano ha reiterado su disposición a trabajar con EE.UU. para abordar la migración de manera conjunta, cumpliendo los acuerdos existentes entre ambos países. Sin embargo, La Habana insiste en que la solución pasa por eliminar políticas como la Ley de Ajuste Cubano y levantar el bloqueo económico, que considera la principal causa de la crisis humanitaria en la isla.

“La migración irregular no se combate con medidas punitivas ni con incentivos discriminatorios, sino con cooperación internacional y el respeto a los derechos humanos”, afirmó Rodríguez.


Un Debate Político y Humanitario

La crítica de Cuba a Marco Rubio refleja la tensión constante entre ambos países en materia migratoria. Mientras Washington adopta medidas restrictivas para frenar el flujo migratorio, La Habana denuncia que estas políticas no abordan las causas estructurales del problema y, en algunos casos, lo agravan.

El éxodo masivo de cubanos es una consecuencia directa de la profunda crisis económica y social que atraviesa la isla, exacerbada por décadas de sanciones económicas y políticas migratorias discriminatorias. Para resolver esta situación, será necesario un diálogo sincero y soluciones integrales que prioricen el bienestar de las personas afectadas.

“No se puede combatir la migración ilegal mientras se mantienen incentivos que la promueven”, concluyó el canciller cubano.

El futuro de las relaciones migratorias entre Cuba y EE.UU. sigue siendo incierto, pero queda claro que cualquier avance dependerá de la voluntad de ambas partes para superar diferencias históricas y abordar las causas fundamentales de este complejo fenómeno.

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