TOKIO, 27 feb.- El número de bebés nacidos en Japón en 2024 cayó por noveno año consecutivo a un mínimo histórico, según datos publicados este jueves por el Ministerio de Salud y Bienestar. Los 720.998 nacimientos registrados representan una disminución del 5 % en comparación con el año anterior y marcan el nivel más bajo desde que el país comenzó a recopilar estadísticas en 1899. Este descenso acelerado ha generado preocupación sobre la eficacia de las políticas gubernamentales para abordar la rápida disminución y el envejecimiento de la población.
Una Tendencia Alarma a las Autoridades
El secretario en jefe del gabinete, Yoshimasa Hayashi, reconoció que las medidas actuales no han logrado controlar efectivamente la caída de la tasa de natalidad:
“Creemos que la disminución de los nacimientos no ha sido controlada de manera efectiva”, declaró Hayashi a los periodistas.
El gobierno planea intensificar sus esfuerzos promoviendo programas ampliados de cuidado infantil, subsidios para hogares con niños, aumentos salariales y apoyo a iniciativas de emparejamiento. Sin embargo, estas estrategias enfrentan desafíos estructurales arraigados en la cultura laboral y social japonesa.
Se espera que la cifra de nacimientos entre ciudadanos japoneses caiga por debajo de 700.000 por primera vez cuando se publiquen datos más detallados este año. Este resultado es alarmante, ya que supera en 15 años las proyecciones oficiales sobre cuándo se alcanzaría este nivel crítico.
Comparación con Corea del Sur
Mientras tanto, Corea del Sur, otro país con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, informó recientemente una recuperación en el número de nacimientos por primera vez en nueve años. Este cambio se atribuye en parte a un aumento en los matrimonios entre parejas que habían retrasado sus bodas durante la pandemia de COVID-19.
En contraste, Japón aún lucha por revertir su tendencia negativa. Aunque el número de matrimonios aumentó un 2,2 % en 2024 (llegando a 499.999), sigue siendo uno de los niveles más bajos en casi un siglo. Los expertos señalan que este repunte podría no ser suficiente para compensar décadas de declive demográfico.
Causas de la Caída de la Natalidad
Varios factores explican la reticencia de los jóvenes japoneses a casarse o formar familias:
- Perspectivas laborales sombrías: Muchos jóvenes enfrentan empleos inestables o mal remunerados, lo que dificulta planificar un futuro familiar.
- Alto costo de vida: El aumento de los precios de vivienda, educación y servicios básicos supera el crecimiento salarial, generando incertidumbre económica.
- Cultura corporativa inflexible: Las largas jornadas laborales y la falta de políticas amigables con los padres desincentivan la conciliación entre trabajo y vida familiar.
- Igualdad de género insuficiente: A pesar de avances recientes, las mujeres siguen asumiendo una carga desproporcionada en el cuidado de los hijos y las tareas domésticas, lo que limita su participación en el mercado laboral.
Las encuestas muestran que muchos jóvenes ven el matrimonio y la paternidad como objetivos inalcanzables debido a estos desafíos.
Proyecciones Futuras: Un País Más Viejo y Menor
La disminución de la tasa de natalidad tiene implicaciones profundas para el futuro de Japón. Según proyecciones oficiales, la población del país podría reducirse en aproximadamente un 30 %, a unos 87 millones de habitantes para 2070. Para entonces, cuatro de cada diez personas tendrán 65 años o más, exacerbando problemas como la escasez de mano de obra, la presión sobre los sistemas de pensiones y el mantenimiento de infraestructuras rurales.
Este envejecimiento acelerado plantea serias dudas sobre la sostenibilidad económica y social del país. Expertos coinciden en que mejorar las perspectivas económicas, laborales y de igualdad de género es clave para revertir esta tendencia.
Respuesta del Gobierno: ¿Es Suficiente?
Aunque el gobierno ha implementado medidas como subsidios para el cuidado infantil y programas de emparejamiento, estas políticas han tenido un impacto limitado hasta ahora. Los analistas argumentan que se necesitan reformas más audaces, como cambios fundamentales en la cultura laboral, incentivos fiscales significativos para familias jóvenes y una mayor inversión en apoyo a la maternidad y paternidad.
Además, algunos sugieren que Japón debe reconsiderar su postura sobre la inmigración, actualmente muy restrictiva, para mitigar los efectos del envejecimiento y la disminución de la población.
Un Desafío Existencial
La crisis demográfica de Japón representa un desafío existencial que requiere soluciones innovadoras y urgentes. La disminución continua de los nacimientos no solo refleja problemas económicos y sociales, sino también una pérdida de confianza en el futuro entre los jóvenes. Si bien otros países, como Corea del Sur, han mostrado signos de recuperación, Japón aún enfrenta un camino largo y complejo para asegurar su viabilidad a largo plazo.
El tiempo corre en contra, y el gobierno deberá actuar rápidamente para evitar que esta tendencia irreversiblemente dañe el tejido social y económico del país.