SANTIAGO DE CHILE, 27 feb.- Mientras los chilenos intentan comprender las causas del apagón masivo que dejó sin electricidad y conectividad al país durante más de ocho horas el martes, resurge con fuerza el debate sobre la necesidad de reformar un sistema eléctrico que demostró ser frágil y vulnerable. Este incidente no solo expuso las debilidades técnicas y operativas del sector, sino también las tensiones entre privatización, regulación estatal y transición energética.
El Sistema Eléctrico Chileno: Fragmentación y Privatización
El sistema eléctrico chileno está regulado por el Estado, pero su operación está en manos de empresas privadas que gestionan la generación, transmisión y distribución de energía. Según Recaredo Gálvez, investigador de la Fundación Sol, en la transmisión operan al menos cinco grandes empresas, incluyendo capitales chilenos, colombianos y españoles, mientras que en la generación y distribución participan también actores italianos y chinos.
Desde 2017, el sector se organiza en tres sistemas de interconexión:
- Sistema Eléctrico Nacional (SEN): Suministra energía al 98% de la población y fue precisamente este sistema el que falló el martes.
- Sistema de Aysén (SEA) y Sistema de Magallanes (SEM): Funcionan de manera independiente en las regiones extremas del sur debido a razones geográficas.
El Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) es el organismo técnico encargado de supervisar la operación del sistema, aunque no es propietario de los componentes físicos. Estos pertenecen a distintas empresas privadas, lo que complica la asignación de responsabilidades en casos como el reciente apagón.
La Causa Inmediata del Apagón
El ministro de Energía, Diego Pardow, explicó que el origen del colapso fue un cortocircuito en una línea de transmisión operada por la empresa colombiana ISA Interchile. Este fallo activó un efecto dominó que afectó todo el SEN. Además, señaló que hubo “responsabilidades” compartidas entre otras empresas e instituciones relacionadas con la coordinación del sistema.
Este no es el primer apagón masivo en Chile. Incidentes similares ocurrieron en febrero y marzo de 2010 tras un devastador terremoto, y en septiembre de 2011. Hace apenas seis meses, otro corte de energía dejó sin suministro a miles de personas en Santiago durante semanas, lo que llevó al Estado a imponer una multa histórica a la distribuidora italiana Enel.
Vulnerabilidades Estructurales
Expertos coinciden en que el sistema eléctrico chileno enfrenta múltiples vulnerabilidades:
- Infraestructura Insuficiente:
Para Andrés Díaz, director de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Diego Portales, la principal debilidad radica en la insuficiente infraestructura de transmisión, tanto para la electricidad convencional como para las energías renovables. Esta limitación ha provocado “vertimientos energéticos significativos”, que alcanzaron niveles récord en 2024. - Concentración y Centralismo:
Según Pamela Poo, investigadora de la Universidad de Concepción, la matriz energética chilena es demasiado centralizada. Propone fomentar la generación distribuida, como la energía ciudadana o comunitaria, para hacer el sistema más robusto y evitar cortes generalizados. - Privatización y Reducción de Costos:
La privatización del sector eléctrico, iniciada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), colocó al centro la acumulación de ganancias. Según la Fundación Sol, ISA Interchile incrementó sus beneficios en un 529% en septiembre de 2024 respecto al mismo período del año anterior. Sin embargo, Samuel Córdova, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica, defiende la privatización argumentando que redujo significativamente los costos para los usuarios finales.
Propuestas para el Futuro
Analistas y expertos coinciden en que es urgente avanzar hacia un modelo más resiliente y sostenible. Algunas de las propuestas incluyen:
- Mayor Fiscalización y Regulación:
Pamela Poo destaca la necesidad de implementar mecanismos más estrictos para fiscalizar el cumplimiento de normas existentes. También aboga por impulsar la generación distribuida para “independizar” a las comunidades del sistema interconectado. - Fortalecer la Capacidad Técnica:
Andrés Díaz subraya la importancia de mejorar la capacidad de control y respuesta del sistema para garantizar su estabilidad y eficiencia a largo plazo. - Reestructuración del Sistema:
Desde la Fundación Sol proponen abrir un debate sobre la reestructuración del sector, evaluando alternativas que incluyan la participación de trabajadores en cooperativas u otras formas de organización comunitaria. - Transición Energética Integral:
Samuel Córdova advierte que la transición energética no puede centrarse únicamente en aspectos políticos y económicos, sino que debe priorizar la seguridad del suministro. “No sirve de nada tener un sistema 100% renovable si se cae cada hora”, concluye.
Un Debate Pendiente
El apagón del martes puso en evidencia las fragilidades de un sistema eléctrico que, aunque moderno en algunos aspectos, sigue siendo vulnerable a fallos técnicos y estructurales. Más allá de buscar culpables inmediatos, el desafío para Chile es repensar su modelo energético para garantizar un suministro seguro, equitativo y sostenible.
Mientras tanto, la población exige respuestas claras y acciones concretas para evitar que incidentes como este vuelvan a ocurrir. La discusión sobre la privatización, la regulación estatal y la transición hacia energías limpias será crucial para definir el futuro del sector eléctrico en el país.