Trump Refuerza Restricciones Tecnológicas a “Adversarios Extranjeros”

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WASHINGTON, 22 feb.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes una orden ejecutiva para restringir el acceso a la tecnología estadounidense, especialmente en áreas sensibles como la inteligencia artificial (IA), a países que considera “adversarios extranjeros”. Entre estos se incluyen Cuba, Venezuela, Irán, Rusia, China, Corea del Norte, Hong Kong y Macao, según el texto oficial.


Objetivo: Proteger la Seguridad Nacional

Trump justificó esta medida argumentando que “la seguridad económica es seguridad nacional”. La orden ejecutiva tiene como objetivo proteger las infraestructuras y tecnologías clave de EE.UU., como los semiconductores, la inteligencia artificial y los avances en biotecnología, de ser utilizados por naciones adversarias para fines militares o estratégicos.

El documento señala específicamente a China como un foco central de preocupación. Según la administración Trump, empresas vinculadas al gobierno chino han utilizado inversiones en EE.UU. para acceder a tecnologías avanzadas, las cuales posteriormente son empleadas para modernizar el aparato militar y tecnológico de Pekín.

La orden también menciona que el “régimen del político venezolano Nicolás Maduro” forma parte de la lista de adversarios, junto con otros países como Rusia, Irán y Corea del Norte, destacando la intención de limitar su acceso a innovaciones tecnológicas estadounidenses.


Foco Especial en China

El gobierno de Trump ha centrado gran parte de sus esfuerzos en contrarrestar la influencia tecnológica de China. Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya había impuesto aranceles y restricciones comerciales significativas a productos chinos, medidas que ahora amplía tras su regreso a la Casa Blanca.

La nueva orden ejecutiva busca fortalecer las restricciones previamente implementadas por su predecesor, Joe Biden, quien limitó las exportaciones de semiconductores avanzados y tecnología de inteligencia artificial a China. Estas medidas llevaron a Pekín a responder con controles a la exportación de grafito, un material esencial para fabricar baterías de vehículos eléctricos.

En este contexto, Trump anunció un nuevo arancel del 10 % sobre productos chinos, sumándose a las tasas ya existentes. Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia para equilibrar la balanza comercial y presionar a China en temas económicos y tecnológicos.


Impacto en América Latina: Cuba y Venezuela en la Lista

La inclusión de Cuba y Venezuela en la lista de “adversarios extranjeros” refleja la postura dura de Trump hacia los gobiernos de izquierda en América Latina. En particular, el texto hace referencia explícita al “régimen de Nicolás Maduro”, acusándolo de representar una amenaza a la seguridad nacional de EE.UU.

Estas medidas podrían tener implicaciones significativas para ambos países, ya que limitan aún más su acceso a tecnología avanzada estadounidense. Esto podría afectar sectores clave como las telecomunicaciones, la energía y la salud, donde la dependencia de tecnología extranjera es alta.


Un Contexto de Tensión Geopolítica

Desde su regreso a la presidencia el pasado 20 de enero, Trump ha adoptado una postura agresiva en materia de comercio y política exterior. Además de imponer restricciones a China, ha presionado a países como México y Canadá para que adopten medidas más estrictas en temas migratorios y de lucha contra el narcotráfico, bajo la amenaza de aumentar aranceles o restringir el acceso a mercados estadounidenses.

Las nuevas restricciones tecnológicas forman parte de una estrategia más amplia para consolidar la posición de EE.UU. como líder global en innovación y seguridad. Sin embargo, estas decisiones también podrían intensificar las tensiones diplomáticas y comerciales con los países afectados, especialmente China, cuya relación con Washington ya está marcada por desconfianza mutua.


Reacciones Esperadas

La respuesta de China a esta nueva orden ejecutiva será clave para determinar el futuro de las relaciones bilaterales. Durante la administración Biden, Pekín respondió a las restricciones tecnológicas con medidas similares, como el control de exportaciones de materiales críticos como el grafito. Es probable que China intensifique sus esfuerzos para desarrollar alternativas domésticas a la tecnología estadounidense, lo que podría acelerar la fragmentación de las cadenas globales de suministro.

Por otro lado, los aliados tradicionales de EE.UU., como los países europeos, podrían enfrentar presiones para alinearse con estas políticas, aunque algunos podrían resistirse debido a sus propios intereses económicos y comerciales con China.


Conclusión: Un Paso Hacia la Desglobalización Tecnológica

La orden ejecutiva firmada por Trump subraya la creciente tendencia hacia la desglobalización tecnológica, donde las grandes potencias buscan proteger sus avances científicos y tecnológicos de posibles adversarios. Mientras que EE.UU. argumenta que estas medidas son necesarias para salvaguardar su seguridad nacional, también podrían profundizar las divisiones geopolíticas y dificultar la cooperación internacional en áreas clave como la inteligencia artificial y las energías renovables.

El impacto de estas restricciones dependerá de cómo los países afectados respondan y adapten sus economías y sistemas tecnológicos. Lo que está claro es que el mundo está entrando en una nueva era de competencia tecnológica, donde la innovación y el acceso a recursos críticos se han convertido en herramientas fundamentales de poder geopolítico.

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