BERLÍN, 20 feb.- A pocos días de las elecciones generales en Alemania, el candidato conservador a canciller, Friedrich Merz, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) junto con su aliada bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), ha condicionado cualquier acuerdo de coalición postelectoral a un cambio radical en las políticas migratorias y económicas. Durante un debate electoral televisado por Welt-TV, Merz dejó claro que no formará parte de ningún gobierno que no aborde estos dos grandes desafíos nacionales.

“Independientemente de quién forme el próximo Gobierno federal y de cuál sea su composición: Tenemos que resolver dos grandes problemas a los que se enfrenta este país en los próximos cuatro años: el de la migración y el de la economía”, afirmó Merz, quien lidera las encuestas con un 30% de intención de voto, por delante de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y los socialdemócratas (SPD) del actual canciller, Olaf Scholz.

Merz advirtió que, sin un giro significativo en estas áreas, Alemania corre el riesgo de “deslizarse definitivamente hacia el populismo de derechas”. “Solo firmaré un acuerdo de coalición que incluya un giro económico y político”, subrayó.


Sin Mayoría Absoluta: La Necesidad de Alianzas

Según las encuestas, la CDU/CSU no logrará una mayoría absoluta en las elecciones del próximo domingo, lo que obligará al bloque conservador a negociar una coalición con otros partidos. Las opciones más probables son una alianza con los socialdemócratas (SPD) o incluso con Los Verdes, quienes ocupan el cuarto lugar en los sondeos.

Sin embargo, durante el debate, Merz criticó duramente a Los Verdes, acusándolos de haber obstaculizado avances en la política migratoria durante los últimos tres años en los que formaron parte del gobierno tripartito liderado por Scholz. “Los ecologistas han impedido avanzar en temas clave como la migración”, declaró.

Sobre los liberales del Partido Democrático Libre (FDP), tradicionalmente aliados naturales de los conservadores, Merz fue igualmente crítico. “El FDP se ha tirado debajo del autobús”, señaló, refiriéndose a la incertidumbre sobre si el partido logrará superar el umbral del 5% necesario para entrar en el Bundestag (Cámara Baja).


Rechazo Categórico a la AfD

A pesar de que algunos sectores dentro de la CDU han intentado acercarse a la ultraderechista AfD para aprobar medidas más estrictas sobre migración, Merz reiteró su rechazo absoluto a cualquier tipo de cooperación con este partido. “No permitiremos que el AfD facilite un gobierno en minoría, no nos dejaremos elegir”, afirmó, respondiendo a una pregunta directa del canciller Scholz sobre si aceptaría ser canciller dependiendo del apoyo de la ultraderecha.

“Quiero dejar esto muy claro una vez más, para que no surjan malentendidos, ni siquiera con el canciller: no habrá cooperación con la AfD y esto es claro y definitivo”, enfatizó Merz. “Este partido está en contra de todo lo que mi partido ha construido en la historia de la República Federal de Alemania”.


Política Migratoria y Económica: Los Pilares del Debate

Merz centró gran parte de su discurso en la necesidad de un cambio drástico en las políticas migratorias y económicas. En materia migratoria, propuso endurecer las leyes para reducir el número de inmigrantes irregulares y garantizar una mejor integración de aquellos que ya residen en el país. “La situación actual es insostenible. Necesitamos un sistema migratorio justo pero estricto”, aseguró.

En cuanto a la economía, Merz prometió impulsar reformas para revitalizar la industria alemana, mejorar la competitividad y reducir la burocracia. Criticó al actual gobierno por lo que considera una falta de liderazgo en estos temas, culpando a la coalición tripartita de haber debilitado la economía nacional.


Un Futuro Incierto para Alemania

Las elecciones del próximo domingo marcarán un punto de inflexión en la política alemana, con importantes implicaciones tanto a nivel nacional como europeo. La fragmentación del electorado y la ausencia de una mayoría clara para ningún partido complican la formación de un gobierno estable.

Mientras tanto, el rechazo de Merz a trabajar con la AfD busca tranquilizar a los votantes moderados y centristas, quienes temen un posible deslizamiento hacia posiciones más extremas. Sin embargo, la necesidad de pactar con otros partidos podría dificultar la implementación de sus propuestas, especialmente en temas tan polarizantes como la migración.


Conclusión: Un Liderazgo Condicionado

Friedrich Merz ha dejado claro que su ambición de liderar Alemania está condicionada a la posibilidad de implementar un programa de gobierno que priorice un giro en las políticas migratorias y económicas. Su rechazo absoluto a la AfD y su crítica a los actuales socios de gobierno reflejan su intento de posicionarse como una alternativa firme pero pragmática frente a las tensiones políticas que dividen al país.

El futuro de Alemania dependerá en gran medida de cómo los principales partidos gestionen las negociaciones postelectorales y si logran encontrar un equilibrio entre las demandas de seguridad, estabilidad económica y cohesión social que preocupan a los ciudadanos.

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