Londres, 4 de febrero de 2025. A sus 71 años, Cyndi Lauper sigue siendo la misma artista explosiva y rebelde que revolucionó el pop en los años 80. Pero esta vez, se prepara para cerrar un capítulo: su gira de despedida “Girls Just Wanna Have Fun Farewell Tour”.
La gira comenzó a finales de 2024 con una serie de conciertos en Estados Unidos y Canadá, y ahora continúa su recorrido internacional. La próxima etapa iniciará el 8 de febrero en el Reino Unido, con presentaciones en Escocia, Inglaterra e Irlanda del Norte. Luego, seguirá por Europa del 19 al 28 de febrero, con paradas en Hungría, Polonia, República Checa, Alemania y Francia. En abril, la artista viajará a Australia, donde actuará entre el 2 y el 12 de abril, para luego cerrar su gira en Japón, con conciertos del 19 al 25 de abril.
Con una carrera de más de cuatro décadas y más de 50 millones de discos vendidos, Lauper dejó una huella imborrable en la música con himnos como Girls Just Want to Have Fun y True Colors. En una reciente entrevista con The Times, la cantante habló sobre este emotivo adiós, sus luchas en la industria y su vida marcada por la resiliencia.
“Mejor hacerlo ahora, antes de que no pueda hacerlo como quiero”
Para Cyndi Lauper, salir de gira a los 71 años es un reto completamente distinto al de sus inicios. Ahora necesita dedicar cinco horas diarias a ejercicios vocales y físicos para mantener su voz en el nivel que la caracteriza. “Yo era una cantante asesina. Soltaba una moneda y cantaba”, comentó. “Ahora, tengo que hacer esto solo para poder salir y cantar como un dragón que escupe fuego”.
Uno de los desafíos más difíciles del envejecimiento en la industria musical es la presión estética. “Estoy un poco gorda para lo que hago. Ya ves lo delgada que está todo el mundo ahora y la ropa no está hecha para chicas grandes”, explicó Lauper. Sin embargo, no está dispuesta a ceder a las tendencias del momento. “No quiero llevar faja y que me aprieten como una salchicha cuando canto, y no haré lo de Ozempic”, afirmó con determinación.
Luchas y desafíos en la industria musical
Desde sus inicios, Cyndi Lauper tuvo que luchar por ser reconocida como una artista auténtica. La industria intentó encasillarla, pero ella se resistió. “Querían que fuera la próxima Debbie Harry o cualquier otra cantante famosa, pero yo dije: ‘¡Ya tienes una de esas! Soy Cyndi Lauper’”, recordó con orgullo.
Esa independencia la llevó a transformar la canción Girls Just Want to Have Fun, originalmente escrita desde la perspectiva de un hombre, en un himno feminista. “Era una canción sobre cómo las mujeres están obsesionadas con el sexo. Yo la cambié completamente. Hice que se tratara de la libertad de ser quien eres y de divertirte sin pedir permiso”, explicó.
Pero enfrentarse a la industria no fue fácil. “Era muy, muy sexista en aquel entonces. Los tipos de traje pensaban que sabían más que tú sobre tu propia música. Te decían qué hacer, cómo vestirte, qué cantar”, describió Lauper.
Décadas después, su visión fue reivindicada. Su álbum Memphis Blues (2010), donde exploró el blues con autenticidad, pasó 13 semanas en el número 1 de la lista de blues en Estados Unidos, demostrando que Lauper no era solo una estrella del pop, sino una artista versátil y adelantada a su tiempo.
Infancia difícil y supervivencia
Antes de convertirse en una estrella, Cyndi Lauper tuvo que sobrevivir a una infancia difícil. Creció en un hogar marcado por la inestabilidad económica y la violencia. A los 17 años, decidió escapar de casa con lo poco que tenía y se refugió con su hermana Ellen, quien en ese momento ya se había distanciado de la familia tras declararse lesbiana.
Su historia de vida la convirtió en una activista comprometida. En 2008, fundó True Colors United, una organización que apoya a jóvenes LGBTQ+ sin hogar. “El 40% de los jóvenes sin hogar en Estados Unidos son LGBTQ+. Sus familias los rechazan, los echan de sus casas. No podía quedarme de brazos cruzados”, resaltó Lauper.
En 2022, lanzó Girls Just Want to Have Fundamental Rights, enfocada en la salud reproductiva de las mujeres. “Las mujeres deben tener el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos. Punto”, afirmó con firmeza.
Más allá de la música, Cyndi Lauper dedicó su vida a la lucha por los derechos LGBTQ+ y la igualdad de género. Y aunque ahora se despide de las giras, su compromiso sigue intacto. “Quiero despedirme a lo grande, ¿sabes? Es un arte quedarse quieta y cantar, y yo no tengo ese talento”, destacó, dejando en claro que su energía en el escenario siempre fue parte esencial de su identidad como artista.
Con múltiples premios, incluidos dos Grammy, un Tony y un Emmy, Lauper deja un legado imborrable en la música y en la lucha social. Su última gira no es solo un adiós a los escenarios, sino una celebración de su impacto en generaciones de fans y artistas.