BOGOTÁ, 25 ene. Más de 60 integrantes de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se desmovilizaron el sábado en Tibú, región del Catatumbo, tras violentos enfrentamientos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que dejaron al menos 80 muertos y más de 40.000 desplazados, según informaron las autoridades.
El comandante del Ejército, Luis Cardozo, detalló que entre los 65 desmovilizados, 15 son menores de edad, 11 de nacionalidad venezolana y el resto colombianos. Además, se decomisaron 55 fusiles, dos ametralladoras, 25 pistolas, cinco morteros artesanales y 89 armas, “que ya no estarán disparándole a los ciudadanos del Catatumbo”.
El presidente Gustavo Petro calificó esta entrega como “una de las mayores desmovilizaciones en los últimos nueve años” y aseguró que se garantizarán los derechos humanos de los desmovilizados. En paralelo, el mandatario confirmó que la ofensiva contra el ELN continuará.
Recompensa por cabecillas del ELN
El Gobierno colombiano publicó una lista con los nombres de los cuatro cabecillas más buscados del ELN, a quienes responsabiliza de liderar acciones criminales en el Catatumbo. Las autoridades ofrecen una recompensa de 3.000 millones de pesos (más de 700.000 dólares) por información que permita la captura de Nicolás Rodríguez Bautista (“Gabino”), Eliecer Herlinto Chamorro (“Antonio García”), Gustavo Aníbal Giraldo (“Pablito”) e Israel Ramírez Pineda (“Pablo Beltrán”).
Violencia en el Catatumbo y respuesta estatal
El Catatumbo, una zona fronteriza con Venezuela estratégica para actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico, ha sido escenario de enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC. El Gobierno declaró la región en “estado de conmoción” el viernes, restringiendo derechos como la libre circulación para restablecer el orden público.
Según Naciones Unidas, la escalada violenta ha dejado 60 muertos verificados, aunque la Gobernación del Norte de Santander eleva la cifra a 80. Hasta el momento, solo 41 cuerpos han sido identificados debido a las dificultades para recuperar los restos en la zona.
Las fuerzas militares han desplegado vehículos blindados para reforzar la seguridad, mientras el ministro de Defensa, Iván Velásquez, señaló que se están implementando medidas para atender a los desplazados en albergues temporales en Tibú.
Crisis humanitaria y alerta en otras regiones
La Defensoría del Pueblo calificó el desplazamiento masivo en el Catatumbo como el más grande en un solo evento desde 1997. Además, alertó sobre los riesgos que enfrenta la población civil en otros departamentos, como Putumayo, Caquetá, Huila y Cauca, debido a la fragmentación de las disidencias de las FARC agrupadas en el Estado Mayor Central.
Mientras tanto, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, entregó 295 carpas para la atención de los desplazados y condenó las acciones del ELN como “sangrientas, inhumanas y violentas” contra la población civil, destacando la urgencia de estabilizar la zona para permitir el retorno seguro de los desplazados a sus hogares.