Tijuana, México, 23 ene. Luego de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en su segundo mandato, las tensiones por posibles deportaciones masivas han generado confusión en la frontera. Aunque en los últimos días se ha registrado un aumento de deportaciones por el puerto de El Chaparral, en Tijuana, las autoridades mexicanas han confirmado que estos retornos corresponden a detenciones previas bajo la administración de Joe Biden y no a nuevas medidas de Trump.
El secretario de Gobierno de Baja California, Alfredo Álvarez, aclaró en conferencia de prensa que los recientes casos de deportados no están relacionados con decretos de la nueva administración estadounidense. “No es correcto lo que se informó, porque estas deportaciones corresponden a procesos regulares iniciados antes de que Trump asumiera el cargo. Todavía no se han implementado medidas bajo los nuevos protocolos de su gobierno”, afirmó.
Migrantes confirman su detención previa
Migrantes deportados esta semana han declarado que llevaban más de un mes detenidos en Estados Unidos, lo que descarta la relación con políticas de la administración Trump. Según testimonios, estas personas fueron arrestadas en ciudades como Denver y Las Vegas antes del cambio de mando.
El Instituto Nacional de Migración (INM) ha informado que los migrantes están recibiendo apoyo para regresar a sus lugares de origen o refugiarse temporalmente en el Centro Integrador “Carmen Serdán” de Tijuana.
México en alerta ante posibles medidas drásticas
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y el secretario Álvarez han señalado que existe comunicación constante con las autoridades estadounidenses, incluidas la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el consulado estadounidense en Tijuana, para monitorear cualquier cambio en los procedimientos migratorios.
Mientras tanto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha rechazado la autorización de redadas en escuelas, iglesias y colegios en Estados Unidos, anunciada el martes por Trump. Este cambio de política representa un giro significativo respecto a los protocolos de las administraciones anteriores, que consideraban estos lugares como zonas protegidas.
Impacto económico y social de las posibles deportaciones
La promesa de Trump de ejecutar la mayor campaña de deportaciones en la historia de Estados Unidos ha encendido alarmas en México. Con una población migrante de 11 millones de indocumentados en territorio estadounidense, de los cuales casi la mitad son mexicanos, las consecuencias podrían ser devastadoras. En 2024, las remesas enviadas desde EE. UU. alcanzaron un récord de 65,000 millones de dólares, representando el 4 % del PIB mexicano.
La incertidumbre en la frontera y la falta de claridad sobre el alcance de las medidas migratorias de Trump colocan a México en una posición delicada, tanto en términos humanitarios como económicos.