Washington, 20 enero.- En su discurso inaugural, el presidente de EE.UU., Donald Trump, proclamó que la “edad de oro” de Estados Unidos comienza con su toma de posesión y aseveró que el “declive” del país ha llegado a su fin. Trump destacó que, a partir de su mandato, EE.UU. florecerá, será respetado globalmente y se convertirá en la envidia de todas las naciones.

“Desde este día, nuestro país florecerá y será respetado nuevamente en todo el mundo. Seremos la envidia de todas las naciones, y no permitiremos que sigan aprovechándose de nosotros nunca más”, declaró Trump, reiterando que su principal prioridad será poner a EE.UU. en primer lugar.

En su discurso, también aseguró que la soberanía de EE.UU. se recuperará, que la seguridad será restaurada y que la justicia será reequilibrada. Además, hizo hincapié en que la administración Trump pondrá fin al uso violento e injusto del Departamento de Justicia y otros organismos del Gobierno.

Trump adoptó un tono nacionalista, refiriéndose al “renacer” nacional de EE.UU., y afirmó rotundamente que el declive del país “ha terminado”.

También aprovechó la ocasión para recordar el intento de asesinato que sufrió el año pasado durante la campaña electoral, asegurando que fue salvado por Dios para cumplir su misión de hacer grande nuevamente a Estados Unidos. “Hace solo unos meses, en un hermoso campo de Pensilvania, una bala de asesino atravesó mi oreja, pero sentí entonces, y lo creo aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Fui salvado por Dios para hacer grande de nuevo a Estados Unidos”, añadió.

El incidente ocurrió el 13 de julio de 2024, durante un mitin en Butler, Pensilvania, cuando Trump fue herido por un disparo pero sobrevivió al ataque.

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