Caracas, 13 enero.- El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, acusó este lunes a opositores del presidente Nicolás Maduro de estar implicados en actos de vandalismo contra instalaciones diplomáticas venezolanas en Portugal, Alemania, España, Colombia y Costa Rica.
Según Gil, estos ataques fueron coordinados por grupos opositores conocidos como “comanditos”, aunque no presentó pruebas que respalden estas acusaciones. Los hechos se producen días después de que Maduro asumiera su tercer mandato presidencial, pese a denuncias de fraude electoral ampliamente documentadas por observadores internacionales.
Investigaciones en curso
En Lisboa, Portugal, se registró un ataque el fin de semana con un artefacto incendiario que causó daños menores en la fachada del consulado venezolano. Las autoridades portuguesas calificaron el incidente de “intolerable” y anunciaron un incremento en las medidas de seguridad en la zona.
Por su parte, la cancillería venezolana difundió imágenes del presunto vandalismo, incluyendo una bandera venezolana colgada de un edificio con la palabra “Edmundo”, en referencia al líder opositor Edmundo González, quien es reconocido por varios gobiernos como el ganador legítimo de las elecciones presidenciales de julio.
Contexto electoral
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela declaró a Maduro como ganador de las elecciones, aunque no presentó recuentos detallados para justificar los resultados. La oposición, sin embargo, publicó actas de escrutinio del 85% de las máquinas de votación electrónica, que mostraban una victoria de González por un margen superior a dos a uno.
Organismos internacionales como la ONU y el Centro Carter validaron la legitimidad de las actas presentadas por la oposición, cuestionando aún más la proclamación de Maduro.
Tensiones políticas
Los llamados “comanditos” surgieron como grupos organizados por la oposición para movilizar votantes y garantizar la transparencia electoral. Sin embargo, las acusaciones del gobierno de Maduro señalan a estos grupos como responsables de los ataques, algo que la principal coalición opositora no ha comentado hasta el momento.
La situación agrava aún más la crisis política en Venezuela, donde las disputas electorales y las tensiones internacionales siguen generando incertidumbre sobre el futuro del país.