LONDRES/LOS ÁNGELES, 7 Ene.- La actriz Nicole Kidman ha revelado que su interpretación en el thriller erótico Babygirl, dirigido por Halina Reijn, fue una “odisea emocional y sexual”. La película aborda temas complejos como el poder, la sexualidad y la redefinición de los roles de género, con un enfoque audaz y feminista.

Kidman, de 57 años, interpreta a Romy, una exitosa empresaria, madre y esposa que, aparentemente en la cima de su vida, se ve atrapada en una arriesgada dinámica sexual de poder con Samuel, un joven becario interpretado por Harris Dickinson. Samuel, cuyo misterioso comportamiento pone en juego la vida personal y profesional de Romy, desafía sus creencias y valores, llevándola a una crisis interna.

“La historia es sobre una mujer que está en la cúspide de su carrera y vida, pero que está dispuesta a destruirlo todo por una crisis existencial”, reflexionó Kidman en una conferencia de prensa. “El espectador vive lo que yo considero una odisea emocional y sexual”, añadió, destacando la complejidad de su personaje.

La directora Halina Reijn, por su parte, compartió que el guion nació de una intención personal: hacer un “tributo a la autenticidad” y explorar la aceptación de todas las facetas del ser, tanto las de las que uno se enorgullece como aquellas que provocan vergüenza.

Un enfoque feminista y una visión contemporánea

Reijn se inspiró en los thrillers de los noventa y en figuras literarias como Shakespeare y Eugene O’Neill, pero aportando una perspectiva femenina renovada. La película no solo se centra en la mujer, sino también en la masculinidad, explorando cómo los hombres se enfrentan a sus propias expectativas y limitaciones.

Romy, en su lucha interna, no logra comunicar a su esposo (interpretado por Antonio Banderas) que lleva años sin sentir satisfacción sexual. En su lugar, encuentra en Samuel una oportunidad para explorar sus deseos más profundos, creando una dinámica de poder en la que ella se somete a su joven subordinado.

Harris Dickinson, quien da vida a Samuel, describió su personaje como alguien “muy complicado”, oscilando entre una seguridad extrema y una profunda inseguridad. “Lo que me fascinó fue cómo Samuel, con su misticismo, representa un enigma en la vida de Romy”, comentó el actor británico.

Química y vulnerabilidad en pantalla

Kidman explicó que, a pesar de la diferencia de edad entre Romy y Samuel, la clave de su relación en pantalla radica en la química entre los personajes, construida sobre la vulnerabilidad y las heridas emocionales compartidas. “Es una conexión visceral, algo que va más allá de lo intelectual”, comentó la actriz. “Es un juego peligroso, lleno de tensión y deseo”.

Este vínculo también se reflejó fuera de cámara, ya que Dickinson destacó la buena relación con Kidman y la atmósfera positiva en el set, que favoreció un entorno de trabajo colaborativo y respetuoso.

Babygirl, que se estrenó en México y EE. UU. el 25 de diciembre, llegará a los cines del Reino Unido el 10 de enero y a España el 17 de enero. La película promete no solo explorar las complejidades de las relaciones humanas, sino también plantear interrogantes sobre la identidad y el deseo en una sociedad contemporánea.

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