Buenos Aires, 14 dic. – Karina Milei, la hermana menor del presidente argentino Javier Milei, ha pasado de ser una figura desconocida en el ámbito político a convertirse en un pilar fundamental del gobierno. Conocida en el oficialismo como “el jefe”, Karina ha jugado un papel clave en la estrategia que llevó a su hermano a la Casa Rosada y en la estructura de poder actual del gobierno.

Nacida en Buenos Aires en 1973, Karina comenzó su carrera profesional trabajando como administrativa y luego emprendió un taller de reparación de neumáticos. A lo largo de su vida, se formó en relaciones públicas, mercadeo y organización de eventos. Su salto a la política llegó en 2021, cuando coordinó la primera campaña electoral de Javier Milei, que culminó con su elección como diputado nacional. Dos años después, Karina lideró la compleja estructura que convirtió a La Libertad Avanza (LLA) en un partido de alcance nacional y, finalmente, en el actual gobierno.

En diciembre de 2023, tras la llegada de su hermano a la presidencia, Karina fue nombrada secretaria general de la Presidencia, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo en la historia argentina. A partir de ahí, asumió un rol de gran influencia, transfiriendo responsabilidades clave y colocando a personas de su confianza en áreas estratégicas del Estado.

El presidente Milei, quien la acompaña en casi todos sus viajes y actos oficiales, la llama “el jefe” y se ha referido a ella en términos de una figura casi mesiánica. “Hay muchas decisiones que se cocinan en conversaciones privadas entre los hermanos y a quien nosotros vemos es a Javier. Pero ahí hubo otra persona que estuvo en la cocina de esa decisión”, destaca Victoria De Masi, periodista y autora del libro Karina. La Hermana. El Jefe. La Soberana. La autora subraya que Karina tiene un poder de veto y voto, lo que le da una posición de gran peso dentro del gobierno.

Además de su influencia sobre su hermano, Karina también ha logrado establecer un control sobre el funcionamiento del partido y las decisiones dentro del gobierno, ganándose respeto y lealtad dentro de La Libertad Avanza. Su perfil misterioso, al negarse a hablar en público o dar entrevistas, ha alimentado una imagen temeraria y temida en la política argentina.

De cara a las elecciones legislativas de 2025, Karina parece más enfocada en consolidar la independencia de LLA y fortalecer la posición del partido a nivel nacional que en lanzarse como candidata. “Creo que hay que empezar a entender que una señora que cocinaba tortas para vivir hoy toma decisiones de Estado”, concluye De Masi, destacando el impacto de Karina en el rumbo del país.

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