Washington, 10 dic.- El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este martes su preocupación por las propuestas económicas del presidente electo Donald Trump, advirtiendo que podrían conducir a una crisis económica significativa. Durante un discurso en el centro de estudios Brookings, Biden destacó los riesgos asociados con las políticas fiscales y comerciales de Trump, particularmente aquellas planteadas en el controvertido “Proyecto 2025”, desarrollado por la conservadora Heritage Foundation.
“Rezo a Dios para que el presidente electo descarte el Proyecto 2025. Creo que sería un desastre económico”, declaró Biden, refiriéndose a las medidas que incluyen profundos recortes de impuestos para los ricos y grandes corporaciones, así como una reducción en los programas sociales y aumentos en los costos sanitarios.
Una visión económica divergente
Biden subrayó los logros económicos de su administración, que incluyeron la creación de 16 millones de empleos, el promedio de desempleo más bajo en 50 años y la reducción de la brecha de riqueza racial. Además, destacó las inversiones en infraestructuras, manufactura y comunidades marginadas como elementos clave para estabilizar la economía tras la pandemia de la COVID-19.
En contraste, advirtió que las propuestas de Trump, como la reducción de la tasa impositiva corporativa del 21 % al 15 % para empresas que produzcan íntegramente en Estados Unidos, podrían desestabilizar los avances logrados. También criticó los planes del presidente electo de imponer aranceles elevados, como un gravamen del 25 % a Canadá y México, y tasas de hasta el 60 % para productos chinos.
“Trump parece decidido a imponer aranceles universales elevados sobre todas las importaciones, creyendo equivocadamente que serán los países extranjeros quienes asuman el coste, en lugar de los consumidores estadounidenses”, afirmó Biden.
Un legado económico sólido, pero con desafíos
Biden defendió que su administración deja una economía sólida, con la inflación reducida al 2,6 % en octubre de 2024, después de haber alcanzado un pico del 9,1 % en junio de 2022. Sin embargo, reconoció que la preocupación por la economía, especialmente la inflación, fue un factor clave en la victoria de Trump frente a Kamala Harris en las elecciones del pasado 5 de noviembre.
En tono distendido, Biden bromeó sobre los cheques de estímulo emitidos durante el mandato anterior de Trump, que llevaban su firma, comparándolos con los distribuidos por su administración sin incluir su nombre. “Aprendí algo de Donald Trump. ¡Qué tonto fui!”, comentó entre risas.
Un momento crucial para EE. UU.
Con la toma de posesión de Trump programada para el 20 de enero de 2025, Biden enfatizó que el país enfrenta una decisión trascendental: “¿Continuaremos impulsando la economía desde abajo hacia arriba y desde el centro hacia fuera, invirtiendo en todos los estadounidenses, apoyando a los sindicatos y a las familias trabajadoras, o favoreciendo a los ricos y las grandes empresas?”
El futuro económico de Estados Unidos dependerá de cómo se implementen las políticas del presidente entrante, con la incertidumbre de si las decisiones fortalecerán o debilitarán los avances alcanzados en los últimos años.