WASHINGTON, 5 dic.- El Buró Federal de Prisiones (BOP) ha anunciado el cierre permanente de la Institución Correccional Federal en Dublin, California, y la desactivación de otros seis centros de mínima seguridad en Estados Unidos, en una reestructuración del sistema penitenciario. Esta medida se produce tras años de abusos, deterioro de la infraestructura y fallas en la gestión, que incluyen la escasez crítica de personal y el alto costo de reparación de las instalaciones.
El anuncio fue realizado el jueves a través de una comunicación a empleados y al Congreso. Además del cierre de la cárcel de mujeres en Dublin, el BOP desactivará centros en Wisconsin, Minnesota, Colorado, Pensilvania, Virginia Occidental y Florida. Los reclusos y el personal de estas instalaciones serán trasladados a otras prisiones.
Según el Buró de Prisiones, las acciones forman parte de un esfuerzo para abordar “desafíos significativos” que incluyen la falta de personal, infraestructuras en ruinas y un presupuesto limitado. Aunque se ha optado por cerrar varias instalaciones, el BOP ha subrayado que no reducirá su tamaño y se compromete a encontrar puestos para todos los empleados afectados.
El cierre de Dublin, que ya había sido cerrado temporalmente en abril debido a informes de abuso de personal a reclusas, es la señal más clara de que la agencia no tiene la capacidad o la voluntad de rehabilitar las instalaciones más problemáticas. La prisión fue durante años un foco de controversia por los abusos sexuales y las condiciones inhumanas a las que fueron sometidas las reclusas, lo que derivó en varias demandas contra la agencia.
La decisión de cerrar permanentemente la cárcel también refleja el fracaso del BOP en abordar los problemas estructurales y culturales del centro. La baja dotación de personal, agravada por el alto costo de vida en la zona de San Francisco, también jugó un papel importante en la decisión.
En el contexto de estos cierres, el BOP ha enfatizado que se necesita urgentemente más financiación federal para mejorar las condiciones dentro del sistema penitenciario, que enfrenta una escasez de personal crónica y un enorme retraso en las reparaciones necesarias.
Los informes de The Associated Press, que han documentado fallos sistémicos dentro del Buró de Prisiones, han revelado prácticas criminales entre los empleados, fugas de reclusos, violencia crónica y una respuesta inadecuada a emergencias, como asaltos a reclusos y suicidios. Ante esta situación, en julio, el presidente Joe Biden firmó una ley para reforzar la supervisión del BOP, tras las críticas y las exposiciones de los numerosos problemas en sus instalaciones.