La Habana, 4 dic.- Cuba sufrió este miércoles su tercer apagón nacional en menos de dos meses, un evento que expone la grave precariedad del sistema energético nacional. La central termoeléctrica Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas, sufrió una nueva avería que provocó el colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), paralizando la isla.
Causas de la crisis energética
La crisis energética cubana tiene raíces profundas, exacerbadas por dos factores principales:
- Falta de combustible: La escasez de diésel y fueloil, consecuencia de la falta de divisas para importarlos, ha obligado al gobierno a detener motores de generación distribuida.
- Obsolescencia de las termoeléctricas: Con décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones, las siete centrales existentes sufren averías frecuentes, dejando al SEN sin capacidad de respuesta.
Estas debilidades estructurales han llevado a cortes prolongados desde agosto, con algunas regiones, como Santiago de Cuba, recibiendo electricidad solo cuatro horas al día.
Impacto económico y social
El apagón afecta todos los aspectos de la vida en la isla:
- Paralización de hospitales, oficinas gubernamentales y sistemas de transporte.
- Interrupción del comercio y servicios básicos como el agua potable y la cocción de alimentos.
- Pérdidas económicas significativas, con el PIB de 2023 contrayéndose un 1,9 %, según datos oficiales.
Las consecuencias sociales también son severas. Las protestas contra los apagones han aumentado, con más de 70 registradas recientemente, según la ONG Justicia 11J. El descontento, ya alimentado por la inflación, la escasez y la migración masiva, ha sido catalizado por los cortes eléctricos.
Medidas del gobierno y proyecciones futuras
A corto plazo, el Ministerio de Energía y Minas prioriza áreas esenciales como hospitales y bombeo de agua, mientras trabaja en la reactivación de las termoeléctricas. A largo plazo, Cuba busca una “independencia energética” basada en fuentes renovables y producción local de crudo y gas.
Entre los proyectos más destacados está un plan apoyado por China para construir 100 parques solares con una capacidad instalada de 2.000 megavatios para 2031. Sin embargo, expertos estiman que reformar el sistema energético cubano requerirá inversiones cercanas a los 10.000 millones de dólares, un desafío considerable para una economía en crisis.
Un sistema colapsado
Con tres apagones nacionales en 2024 y un panorama económico incierto, el sistema energético de Cuba enfrenta una situación crítica. La falta de soluciones inmediatas y la precariedad de las inversiones agravan un problema que sigue impactando gravemente al país.