Actualización sobre la investigación del incendio en la planta química BioLab cerca de Atlanta

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Atlanta, 25 nov.- Las autoridades federales han proporcionado nuevos detalles sobre la investigación del incendio en la planta química BioLab, ubicada en Conyers, cerca de Atlanta, que el 29 de septiembre provocó la formación de una nube tóxica, obligando a los residentes cercanos a refugiarse en sus hogares.

El incidente comenzó cuando un empleado de la planta notó una reacción química inusual en la Planta 12, un área de almacenamiento de productos químicos utilizados para piscinas y jacuzzis. Aunque inicialmente no se observaron llamas, el empleado intentó aislar el producto y contactó a emergencias mientras se formaban columnas de vapor tóxico. A las 6:30 a.m., las llamas se hicieron visibles, y poco después se emitió una orden de refugio en el lugar. El fuego fue extinguido por los bomberos aproximadamente a las 8 a.m.

El informe de la Junta de Seguridad Química y de Investigación de Peligros de Estados Unidos detalla cómo un segundo incendio, que comenzó alrededor del mediodía, produjo humo negro espeso y varias columnas de diferentes colores. Las evacuaciones comenzaron alrededor de las 12:30 p.m. y el fuego fue finalmente controlado a las 4 p.m. Las instalaciones fueron severamente dañadas y partes del edificio colapsaron.

La planta, que cubría más de cinco campos de fútbol, continuó siendo una “escena activa de respuesta a emergencias” durante casi cuatro semanas. Durante este tiempo, se emitieron advertencias de refugio en el lugar para las áreas cercanas y se cerraron varias carreteras, incluida la Interestatal 20.

El humo tóxico se dispersó hacia Atlanta, provocando una niebla con olor a cloro en diversas áreas de la ciudad. A raíz del desastre, se han presentado más de una docena de demandas relacionadas con el incendio.

BioLab, que produce químicos para el tratamiento del agua, ha declarado estar comprometida con la investigación y ha afirmado que continuará colaborando con las autoridades para entender las causas del incidente y rectificar la situación. La empresa, una filial de KIK Consumer Products, tiene su sede en Lawrenceville, Georgia, y asegura tener un “sólido historial de trabajo constructivo” con los reguladores.

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