Bogotá, 21 nov.- Al menos cuatro militares perdieron la vida y cinco personas más, entre ellas un civil, resultaron heridas tras un ataque perpetrado por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el caserío de La Plancha, zona rural del municipio de Anorí, Antioquia. El hecho fue confirmado por el comandante del Ejército de Colombia, general Luis Emilio Cardozo, en un mensaje publicado en la red social X.
Detalles del ataque
El general Cardozo lamentó la pérdida de los militares: el cabo segundo Fredys David Robles Romero y los soldados profesionales Carlos Andrés Ramos Martínez, Iván Darío Reina Carabalí y Fabián José Regino Mora. Asimismo, expresó su apoyo a los heridos: cuatro militares y un civil que fueron trasladados a Medellín para recibir atención médica especializada.
Según el Ejército, los soldados cumplían con la misión de proteger un Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (AETCR), destinado a excombatientes de las FARC en proceso de reintegración. El ataque, descrito como “alevoso” por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, fue ejecutado con “medios ilícitos de lanzamiento”.
El Ejército desplegó apoyo aéreo y terrestre para evacuar a las víctimas y reforzar la seguridad en la zona.
Reacciones del Gobierno
El ministro Velásquez expresó su solidaridad con las familias de los militares fallecidos y condenó el ataque:
“Este atentado criminal refleja la necesidad de seguir trabajando por la paz, pero con firmeza contra quienes aún insisten en la violencia”.
Contexto de las negociaciones de paz
El ataque ocurre en una fecha simbólica, al cumplirse dos años desde el reinicio de las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y el ELN. Sin embargo, las conversaciones permanecen congeladas debido a tensiones y desacuerdos. Ambas partes sostienen actualmente reuniones en Caracas para intentar reanudar el diálogo.
Un panorama de tensión creciente
El incidente resalta las dificultades del proceso de paz en Colombia, en el que persisten ataques guerrilleros pese a los intentos del Gobierno por alcanzar acuerdos con grupos armados.
Con esta nueva acción violenta, el ELN demuestra su capacidad de operar en zonas de difícil acceso, mientras las comunidades rurales continúan enfrentando el impacto directo del conflicto armado. El hecho aumenta la presión sobre las negociaciones y plantea interrogantes sobre el compromiso de las partes para reducir la violencia en el país.