Roma, 15 nov. – La famosa ‘carbonara’, uno de los platos más representativos de la cocina romana, se ha transformado en un símbolo de la lucha contra la especulación en la capital italiana, con la mirada puesta en el Jubileo, el Año Santo que se inaugura el próximo 24 de diciembre. Durante este evento, se espera la llegada de unos 30 millones de peregrinos y turistas a Roma, lo que ha generado preocupaciones sobre el posible encarecimiento de los precios en los restaurantes.
La asociación de consumidores italiana ‘Consumerismo’ ha lanzado la iniciativa conocida como «El pacto de la carbonara», que busca evitar que los restaurantes de la ciudad inflen los precios de este popular plato. Tradicionalmente asequible y elaborado con ingredientes básicos como pasta, queso, huevo, tocino de cerdo y pimienta negra, la carbonara se sirve habitualmente por entre 7 y 8 euros. Sin embargo, en los últimos tiempos, su precio ha ascendido a más de 10 euros, y en algunos restaurantes del centro histórico incluso alcanza los 16 euros.
Luigi Gabriele, presidente de ‘Consumerismo’, advirtió a EFE que teme que el Jubileo atraiga a los turistas y convierta a algunos restaurantes en especuladores, llevando el precio de la carbonara a 20 euros. Según Gabriele, el aumento de precios en la hostelería ha sido especialmente notorio desde la pandemia, afectando no solo a la carbonara, sino a otros platos tradicionales como la pizza, la ‘amatriciana’, el helado y el café.
Gabriele también denunció que en muchos casos, los elevados precios no se corresponden con la calidad de los productos ofrecidos, lo que afecta negativamente la reputación de la gastronomía italiana, uno de los pilares del turismo en Roma y en todo el país. Además, el presidente de la asociación criticó los altos precios en zonas turísticas como el Vaticano, donde un café puede costar hasta 3,50 euros.
La asociación de consumidores ha instado a las autoridades locales a regular los precios en los restaurantes para evitar la especulación y proteger tanto a los residentes como a los turistas. En este sentido, Gabriele también llamó a los consumidores a ser conscientes de los precios abusivos y a dejar malas reseñas sobre los establecimientos que suban injustificadamente los precios. Asimismo, ha solicitado una reunión con el Ayuntamiento de Roma, otras asociaciones de consumidores y comerciantes para encontrar soluciones que no dañen la imagen de la ciudad ni los bolsillos de los visitantes y ciudadanos.