Washington D.C., 13 de noviembre de 2024 — Donald Trump, recientemente electo presidente de los Estados Unidos, ha comenzado a conformar su gabinete, destacando nombres que refuerzan su visión de una política de seguridad nacional estricta, reducción de la burocracia y alineación de sus objetivos económicos y de defensa. Su vicepresidente será JD Vance, y el equipo incluye figuras conocidas de su administración pasada, así como empresarios de alto perfil, en lo que parece una estrategia de consolidación de sus políticas originales de 2017-2021.
Entre las designaciones, Susie Wiles será la primera mujer en asumir el cargo de jefa de gabinete. Stephen Miller regresará como subdirector de personal para políticas, manteniendo su enfoque en la inmigración. Otros nombramientos destacados incluyen a John Ratcliffe como director de la CIA, Kristi Noem como secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, y Tom Homan, quien liderará ICE, conocido por su postura dura en el control migratorio.
El empresario Vivek Ramaswamy y el fundador de Tesla, Elon Musk, encabezarán el Departamento de Eficiencia Gubernamental, con el mandato de reducir la burocracia federal y los gastos. El enfoque de Trump en la eficiencia administrativa busca incorporar el conocimiento empresarial en el funcionamiento del gobierno.
En defensa, el veterano y presentador de Fox News, Pete Hegseth, ha sido elegido como secretario de Defensa, mientras que Mike Waltz, ex boina verde y congresista, asumirá como asesor de seguridad nacional con un enfoque en políticas de defensa y una postura firme contra China. Trump también ha designado a Elise Stefanik como embajadora ante la ONU, conocida por su crítica hacia el organismo, y a Mike Huckabee como embajador en Israel, lo que refuerza su apoyo hacia ese país en temas de política regional.
Se espera que Marco Rubio sea confirmado como secretario de Estado en los próximos días. El senador de Florida, un fuerte crítico de China y Venezuela, aportará experiencia en política exterior, alineándose con la visión de Trump en un contexto de conflictos internacionales activos.
Estas designaciones marcan la continuación de una política exterior y de seguridad con un enfoque firme, junto con una estrategia para reducir la intervención gubernamental en el ámbito económico.