Quetta (Pakistán), 9 nov.- Un terrorista suicida se inmoló el sábado en una estación de tren en el suroeste de Pakistán, matando a al menos 24 personas, entre ellas varios agentes de seguridad, e hiriendo a otras 50, algunas de ellas de gravedad, según informaron las autoridades locales.
El atentado tuvo lugar cuando cerca de 100 pasajeros esperaban un tren con destino a Rawalpindi desde la capital de la provincia de Baluchistán, Quetta. El grupo separatista Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) se atribuyó la responsabilidad del ataque, afirmando que un terrorista suicida atacó a las tropas presentes en la estación de ferrocarril. El BLA lleva años librando una insurgencia en busca de la independencia de Islamabad.
Las autoridades indicaron que entre los muertos se encuentran una docena de miembros de las fuerzas de seguridad. Las imágenes de televisión mostraron el techo del andén destrozado, con restos de un puesto de té destruido y el lugar lleno de equipaje. La funcionaria de policía Ayesha Faiz señaló que algunos de los heridos más graves murieron en el hospital, elevando el balance de víctimas mortales.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, condenó el atentado y prometió que los responsables “pagarán un precio muy alto”. También aseguró que las fuerzas de seguridad están decididas a eliminar la amenaza terrorista.
Este ataque ocurre poco después de otro atentado en la región, en el que una bomba colocada en una motocicleta cerca de un vehículo policial mató a nueve personas, incluidos cinco niños. Baluchistán, rica en recursos naturales, es la provincia más afectada por los ataques terroristas y donde operan tanto separatistas como militantes islámicos.
El Ejército de Liberación de Baluchistán ha sido responsable de numerosos ataques contra fuerzas de seguridad y trabajadores extranjeros, particularmente chinos, involucrados en proyectos de infraestructura financiados por Pekín en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.