São Paulo, 8 nov.- La población en las favelas de Brasil creció un 43,4 % en los últimos doce años, alcanzando los 16,3 millones de personas en 2022, lo que representa el 8,1 % de la población total del país, según datos del último censo publicados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Brasil cuenta ahora con 12.348 favelas, casi el doble de las registradas en 2010. Este incremento se debe, en parte, a una mayor precisión en la captación de datos, explicó el IBGE. La favela más populosa del país es la Rocinha, en Río de Janeiro, donde residen 72.021 personas. Ubicada en una colina entre los barrios de São Conrado y Gávea, conocidos por su alto poder adquisitivo, Rocinha es emblemática de las marcadas desigualdades en el país.
El censo reveló también que las favelas tienen una mayor proporción de personas negras y mulatas en comparación con la media nacional, mientras que la población blanca es veinte puntos inferior. En cuanto a infraestructura básica, el 86,4 % de las viviendas en estas comunidades cuenta con agua corriente, y el 74,6 % está conectado a la red de alcantarillado. Sin embargo, estos índices caen en las zonas más desfavorecidas, como en la región amazónica y el noreste del país.
En el estado amazónico de Amapá, por ejemplo, solo el 28,1 % de las viviendas en favelas cuentan con alcantarillado, y el 59,6 % tienen acceso a agua corriente, reflejando la disparidad regional en los servicios básicos.
Además, el censo registró un total de 50.934 templos religiosos en favelas, cifra que supera significativamente a las 7.896 escuelas y 2.792 centros de salud presentes en estas comunidades.