Bogotá, 6 de nov.- La política de drogas se reafirmará como un tema central en la relación entre Colombia y Estados Unidos durante el próximo Gobierno de Donald Trump, según afirmó este miércoles el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo. El ministro de Relaciones Exteriores señaló que, aunque existen diferencias, el diálogo y la cooperación son esenciales para abordar los desafíos comunes.
El reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) reveló que los cultivos de coca en Colombia aumentaron un 10 % en 2023, alcanzando las 253.000 hectáreas, mientras que la producción de cocaína se incrementó un 53 %. En este contexto, la presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, destacó que tanto el presidente Gustavo Petro como Trump comparten el objetivo de reducir los cultivos de coca, aunque sus enfoques divergen significativamente.
Lacouture prevé que Trump podría adoptar medidas coercitivas, mientras que el gobierno colombiano preferiría un enfoque más integral. Este contraste podría complicar la colaboración, pero también ofrecer oportunidades para fortalecer los lazos bilaterales si se logran puntos de convergencia.
Murillo, por su parte, reafirmó el compromiso de Colombia con el diálogo entre el sur global y el norte global, haciendo hincapié en la importancia de encontrar puntos comunes para la prosperidad mutua. Según el canciller, a pesar de los cambios políticos, las relaciones entre ambos países siguen siendo fundamentales, especialmente en los asuntos relacionados con la política de drogas.
En cuanto a comercio y migración, Lacouture señaló que el regreso de Trump al poder podría traer desafíos para Colombia, especialmente con un enfoque más proteccionista en la política comercial y el endurecimiento de las medidas migratorias. Sin embargo, también destacó la oportunidad de consolidar a Colombia como un socio estratégico de EE.UU. en la región. Para enfrentar los retos migratorios, la presidenta de AmCham Colombia sugirió que el país andino debe prepararse para gestionar el impacto mediante estrategias de cooperación con Estados Unidos.